El centro de Cork se puede recorrer en pocas horas, como os demostramos en esta ruta, pero si decidís alargar vuestra estancia en la ciudad no os preocupéis, os quedan muchas cosas por ver. En este artículo os enumeraremos otros lugares de interés que encontraréis en Cork y alrededores para completar vuestra visita antes de seguir vuestra ruta por Irlanda.
Antes de empezar a enumerar sitios, queremos aclarar que no todos los lugares de la lista son imprescindibles y que algunos no los recomendaríamos a la ligera. Como siempre, depende de vuestros gustos e intereses y, por supuesto, del tiempo que estéis en la ciudad. Si necesitáis cualquier aclaración, no dudéis en poneros en contacto con nosotros.
(1) Crawford Art Gallery
Empezaremos por una de las paradas que nos dejamos en el tintero al hablar del centro histórico: la Crawford Art Gallery. Esta galería de arte se encuentra en pleno centro de la ciudad y es totalmente gratuita.
La Crawfort Art Gallery se ubica en la antigua aduana de la ciudad, construida en 1724. Este edificio acoge una colección permanente de pinturas de artistas irlandeses, así como una galería con reproducciones de esculturas clásicas. La galería también acoge varias exposiciones temporales y en su jardín se encuentra una cafetería muy acogedora.

(2) Nano Nagle Place
Otra de las visitas que no mencionamos en nuestra ruta por el centro histórico es el Nano Nagle Place, un verdadero oasis en el centro de Cork.

Antes de hablaros del lugar en sí, tenemos que presentaros a Nano Nagle, una mujer que dedicó su vida a educar a los niños pobres de la ciudad de Cork. Nano nació en el seno de una familia adinerada del Cork del siglo XVIII. En esta época, en la que Irlanda pertenecía a la Inglaterra protestante, abrir un colegio católico iba en contra del Código Penal. Esto significaba que los niños pobres de la ciudad de Cork, en su mayoría católicos, no estaban escolarizados. Nano Nagle comenzó su labor educativa en secreto y llegó a fundar siete escuelas en Cork.
Nano Nagle también construyó en Cork un convento para las hermanas ursulinas y es aquí donde se encuentra actualmente el Nano Nagle Place. Este complejo de edificios históricos incluye un museo sobre la vida de Nano Nagle, unos acogedores jardines, un pequeño cementerio, una cafetería y una tienda de regalos. Mientras que la entrada al museo es de pago (7,50€), el acceso a los jardines y la visita a la tumba de Nano Nagle son totalmente gratuitos.
(3) Fitzgerald Park y Cork Public Museum
La siguiente visita que os proponemos se encuentra un poco más alejada del centro, aunque es posible llegar a ella a pie. Hablamos del parque municipal de la ciudad, el Fitzgerald Park.

Este parque es uno de los lugares de recreo favoritos de los habitantes de la ciudad y cuenta con un parque infantil que hará las delicias de los viajeros más pequeños.

Además de disfrutar del paseo, en el parque se encuentra el Cork Public Museum, o en otras palabras, el museo de historia de la ciudad. La exposición es pequeña y no es un imprescindible, pero la entrada es totalmente gratuita.
(4) University College of Cork
La Universidad de Cork fue fundada en 1845 como una de las tres “universidades de la Reina”. El Queen’s College of Cork, junto con sus homónimos de Belfast y Galway, nacieron como alternativa aconfesional al Trinity College de Dublin, una universidad anglicana. Y ya que sale el tema, os contaremos una curiosidad sobre el Trinity College. Aunque en la fecha en que se fundó la Universidad de Cork el Trinity College ya admitía a estudiantes no anglicanos, hasta 1970 la Iglesia Católica prohibía a los católicos estudiar en ella.

Volviendo al antiguo Queen’s College of Cork, como era de esperar, esta institución cambió su nombre por University College of Cork en 1908, nombre que conserva actualmente. El campus de la UCC acoge edificios de interés como la Lewis Glucksman Gallery o el Crawford Observatory. Asimismo, en la pasarela cubierta del edificio principal de la universidad se expone la mayor colección de piedras Ogham de Irlanda. Estas piedras se caracterizan por tener inscripciones en la forma de escritura más antigua conocida en Irlanda. Estas inscripciones rúnicas datan de los siglos IV y VI d. C.
(5) Cork City Gaol
Nos seguimos alejando del centro para visitar la Cork City Gaol. Esta prisión se inauguró en 1824 para reemplazar a la antigua cárcel que existía en el centro de la ciudad. En su momento se decía que esta era una de las mejores cárceles de Europa, pero la exposición que podréis visitar en este lugar muestra la dureza del sistema penitenciario en el siglo XIX.

Esta cárcel se convirtió en una cárcel solo para mujeres en 1878, aunque durante la Guerra Civil Irlandesa volvió a acoger a prisioneros varones, en este caso republicanos. Tras la Guerra Civil y debido al deterioro de las condiciones de la cárcel, los prisioneros fueron trasladados y el edificio cerró. Tras esto, en 1927, la cárcel fue utilizada como emisora de radio, lo que explica que hoy en día pueda visitarse aquí el museo de la radio.

La entrada a la cárcel cuesta 8€ y nuestra recomendación es que, ya puestos, alquiléis también la audioguía por 2€ más.
(6) Blackrock Castle
Nos vamos ahora hasta la otra punta de la ciudad en busca del Castillo de Blackrock. Este castillo del siglo XVI acoge el Blackrock Castle Observatory, un centro de ciencias asociado al Cork Institute of Technology (CIT). En el interior de la fortaleza, construida para salvaguardar la ciudad de Cork de los ataques de los piratas, se encuentran los laboratorios del grupo de investigación, así como un pequeño museo sobre el Espacio.

Por su temática, este museo aparece recomendado para su visita con niños, aunque a nosotros nos decepcionó un poco en este sentido. Esperábamos encontrar más interactivos al estilo de otros museos de ciencia, pero en su lugar destacaban los audiovisuales diseñados para el público general. Independientemente de esto, si tenéis tiempo os recomendamos al menos visitarlo por fuera.
(7) Blarney Castle
Dejamos para el final el Castillo de Blarney, un lugar que veréis recomendado como uno de los imprescindibles del condado, pero que por precio yo preferiría no recomendarlo tan a la ligera.
El Castillo de Blarney se encuentra a 20 minutos del centro de Cork en transporte público (autobús 215) y data del siglo XV. Como os decía, se trata de una de las atracciones turísticas más populares de Irlanda y el motivo de esto no es otro que besar la famosa Blarney Stone. Si bien es cierto, que la forma de besar la piedra tiene su encanto, ya que hay que colgarse, literalmente, de las almenas de la torre, dejadme que os diga que por mucho don de la elocuencia que conceda, el precio de la entrada (15€ por adulto), me parece un poco excesivo. Existen otros castillos en Irlanda mucho más económicos que os recomendaría antes que este, pero si no tenéis pensado visitarlos o si realmente necesitáis un poco de esa solicitada elocuencia, ya sabéis a donde ir.

Aunque visitar el castillo y cumplir el ritual de besar la piedra sólo os llevará una media hora, la extensión de los jardines da para rato y podéis echar aquí casi todo el día (una forma ideal de amortizar el precio de la otra).
Como veis existen muchas opciones de visita en Cork y sus alrededores, sin contar con las posibles excursiones de día entero para visitar pueblos como Kinsale o Cobh, así que ¿por qué no pasar un par de días en la zona? Como os comentábamos al principio, esta no es una lista de imprescindibles y os recomendamos cribar en función de vuestros gustos. ¿Qué sitios de la lista visitaríais vosotros?
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