Cork es la segunda ciudad más poblada de la República de Irlanda, aunque teniendo en cuenta que este país es eminentemente rural, no dejéis volar mucho vuestra imaginación. En realidad, la ciudad de Cork tiene poco más de 200,000 habitantes y su casco histórico se puede recorrer fácilmente a pie en unas pocas horas. ¿Queréis saber cómo? Entonces acompañadnos en nuestra ruta a pie por el centro de Cork.
Para esta ruta supondremos que habéis llegado a Cork en tren, para poder empezar la ruta hablandoos de MacCurtain Street (1). Esta calle contiene una buena muestra de la arquitectura comercial victoriana del siglo XIX, aunque ya sabéis que este blog no se caracteriza por analizar detalles arquitectónicos. En su lugar os contaremos un episodio curioso que tuvo lugar en el edificio del Metropole Hotel. En la década de los cincuenta se alojó aquí la actriz Dawn Adams, que tuvo la extravagante ocurrencia de pedir al hotel que llenara su bañera de leche. La aspirante a Cleopatra no llego a ver cumplido su deseo ya que el hotel se negó a llevar a cabo ese despropósito mientras los habitantes de Cork sufrían escasez. El Metropole Hotel es solo uno de los edificios que os llamarán la atención si recorréis esta calle.
Si visitáis MacCurtain Street durante el fin de semana, y os gustan las tiendas de segunda mano, os recomendamos visitar el mercado de Mother Jones. Y tampoco podíamos dejar de comentar algunos de los restaurantes y cafeterías que encontraréis en esta calle. Si os gustan los salones del té, os recomendamos el Tara’s Tea Room y para cenar nuestro favorito es la hamburguesería Son of a Bun (tiene opciones vegetarianas).

Para continuar con la ruta, cruzaremos el St. Patrick’s Bridge. Actualmente se puede cruzar este puente de forma gratuita, pero cuando se construyó, en 1789, este puente era de peaje. No sólo había que pagar por cruzarlo a pie, sino también si lo hacías en barco, todo un monopolio. El puente actual es de 1861 ya que el primer puente fue destruido por una inundación. Y hablando de inundaciones…
En Cork es bastante habitual que el río Lee se desborde en época de lluvias, pero este hecho no es de extrañar si pensamos en el trazado original del río. Aquí el río se separa en dos, formando la isla en la que se encuentra el centro de la ciudad. Nuestra ruta se centra, mayoritariamente, en esta isla, pero no todas las calles que recorreremos estuvieron siempre ahí. Este es el caso de St Patrick’s Street (2), una de las arterias principales de la ciudad y la calle comercial más importante de Cork. Si os fijáis en el mapa distinguiréis muy fácilmente esta calle puesto que tiene un trazado bastante curioso. Y es que su forma curva se debe a que en el pasado esta calle era un canal más del río.

También era un canal del río la siguiente calle que recorreremos: Grand Parade (3). En realidad, en la Edad Media, era aquí donde empezaba la ciudad de Cork y todo lo que hemos recorrido hasta ahora estaba sin urbanizar. Si necesitáis pruebas de lo que os cuento, sólo tendréis que caminar hasta el Bishop Lucey Park. Este parque es uno de los pocos espacios verdes del centro de la ciudad y en el podréis encontrar un fragmento de los cimientos de la muralla medieval del siglo XIII.

Desde Gran Parade también se puede acceder al English Market (4), una de nuestras paradas favoritas de esta ruta. Este mercado se remonta a 1788, aunque su estructura actual es de 1840 y fue finalizada en 1862 con la extensión de Prince’s Street. Esta extensión es la única parte del mercado que posee dos plantas y su rincón más fotogénico. En la planta alta se encuentra el Farmgate Cafe.

El English Market debe su nombre a que, en sus inicios, su clientela era mayoritariamente protestante y, por tanto, inglesa. No es que los católicos tuvieran prohibida la entrada, pero los precios en sí si que eran un poco prohibitivos. En su lugar, los irlandeses iban al St. Peter’s Market, lo que le valió a este mercado el apodo de Irish Market. Actualmente el English Market tiene unos precios bastante más razonables y es un lugar ideal para comprar productos frescos.

Si salimos del English Market por Prince’s Street y giramos a la derecha llegamos a Oliver Plunkett Street (5). Os recomendamos que volváis a visitar esta calle al anochecer porque es una zona de bastante ambiente y con pubs muy interesantes. En cambio, para la ruta que tenemos entre manos lo que os recomendamos es volver a Grand Parade y caminar hacía el National Monument. Este monumento fue erigido en honor a los que murieron por la libertad de Irlanda en las rebeliones de principios del siglo XIX.

Nuestra siguiente parada está al otro lado del río y se trata del Elizabeth Fort (6). Este fuerte fue construido en 1601, justo después de la batalla de Kinsale, de la que os hablaremos en otro post. Se trata de un fuerte en forma de estrella construido por los ingleses como forma de reafirmar su dominio sobre la zona y defender la ciudad amurallada de Cork. La entrada a la fortaleza es gratuita y ofrece buenas vistas de la ciudad y de nuestra siguiente parada: St. Fin Barre’s Cathedral (7).

St. Fin Barre’s Cathedral es la catedral anglicana de la ciudad y fue completada en 1876. Entrar a esta iglesia cuesta 6€ por persona por lo que, aunque a nosotros nos gustó mucho el interior, no lo recomendaríamos a la ligera. De todas formas, os contaremos una curiosidad sobre el interior y otra sobre el exterior y vosotros decidís si entrar o no.
Comencemos con el dato curioso sobre el interior: la St. Fin Barre’s Cathedral es la única iglesia del mundo que tiene un órgano subterráneo. En cuanto al dato sobre el exterior de la catedral, en este caso nos centraremos en comentar las leyendas que giran en torno al ángel dorado que corona la fachada este, la más cercana al Elizabeth Fort. Cuenta la leyenda que el ángel hará sonar las trompetas el día del fin del mundo para que los habitantes de Cork puedan ser los primeros en entrar al cielo. Por lo tanto, si ese día llega mientras visitáis la ciudad estaréis de suerte, que luego las colas son para morirse.

Para llegar a nuestra siguiente parada tendremos que desandar parte del camino y cruzar de nuevo el río, pero en esta ocasión lo cruzaremos por el South Gate Bridge, el puente más antiguo de Cork. La historia de este puente es un poco macabra, puesto que en el pasado conectaba la isla central con la prisión del condado. Hasta aquí no hay nada de macabro, pero es que en el siglo XVIII este puente era el lugar elegido para clavar las cabezas de los prisioneros ejecutados. Esta práctica no gustaba nada a los habitantes de South Main Street, que se quejaban sobre todo cuando en los días de viento las cabezas se volaban y rodaban por las calles.
A menos de 100 metros de este puente se encuentra la antigua Beamish and Crawford Brewery (8). La Beamish es una de las cervezas más conocidas de Cork y se lleva haciendo desde 1782. Durante una temporada esta fue la cervecería más grande de Irlanda, aunque seguro que adivináis quién la desbancó… Esta fábrica cerró en 2009 y actualmente se encuentra en obras para rehabilitar este espacio.
Si seguimos por esta calle, encontraremos la otra entrada al Bishop Lucey Park del que ya hablamos y, junto a ella, el Triskel Arts Centre (9). En este espacio, y desde hace mil años, siempre ha existido una iglesia. Los primeros en construir aquí un templo fueron los vikingos daneses, luego los anglo-normandos y por último los anglicanos en 1726. El edificio actual fue desconsagrado en 1979 y ahora es un centro de artes.

Y hablando de iglesias desconsagradas, si seguimos por North Main Street encontraremos la iglesia de St Peters (10). Esta iglesia es la más antigua que se conserva en la ciudad y se remonta al siglo XII. En la actualidad alberga una exposición gratuita en la que podéis descubrir más cosas sobre la historia de la ciudad y la cultura irlandesa. De camino a esta iglesia no dejéis de fijaros en las placas en el suelo de North Main Street. Estas placas son un recordatorio de los numerosos callejones (lanes), que conectaban con esta calle en la antigüedad.

Para acabar nuestra ruta volveremos a cruzar el río Lee. Esta vez recorreremos la zona de Shandon, empezando por el Firkin Crane Theatre y el Butter Museum (11). Ambos edificios son herencia de un pasado en el que la producción de mantequilla jugaba un papel muy importante en la economía de la ciudad. Cork llegó a tener el mayor mercado de mantequilla del mundo en la década de 1860, aunque The Cork Butter Exchange acabaría cerrando en 1924. Este edificio alberge en la actualidad un museo que explica esta época dorada de la mantequilla en Cork. El Firkin Crane Theatre, por su parte, ha llegado a nuestros días como centro de danza, pero en el pasado era el lugar en el que se comprobaba que los barriles de mantequilla, o firkins, cumplieran con las normativas.
Acabaremos nuestra visita hablando de la Iglesia de St. Anne (12), pero sobre todo de su torre. Esta iglesia fue construida entre 1722 y 1726 y es una de las iglesias en uso más antiguas de Cork (recordemos que otras más antiguas están desconsagradas). Como os decía hablaremos sobre todo de su torre, también conocida como el “four-faced liar” o el mentiroso de cuatro caras. El origen de este apodo se encuentra en sus relojes, ya que las manecillas de algunos de ellos se mueven ligeramente más rápido, mostrando una hora totalmente diferente a la del resto. Probablemente esto se deba al tamaño de los relojes, sólo superados por los del Big Ben, en Londres.

Otra de las curiosidades de esta torre es la diferencia de color entre sus fachadas. Mientras que las fachadas sur y oeste son grises, la norte y la este son de color rojo. Encontrareis esta combinación de colores en muchos otros edificios de Cork, pero en este caso se ha especulado sobre que la elección de colores quisiera recordar a la bandera del condado, blanca y roja. Existen otras explicaciones menos románticas, aunque más probables, pero para este post mejor nos quedamos con esta en lugar de seguir alargando el artículo.
Como veis la ciudad de Cork esconde muchas historias, pero la ruta en sí no os llevará más de una mañana. Sin embargo, esto no significa que no haya mucho más por descubrir. Podéis encontrar más recomendaciones de visitas en los alrededores aquí y recomendaciones de pubs para disfrutar del ambiente nocturno de la ciudad aquí. Además, desde Cork se pueden visitar otros pueblos con encanto como Cobh o Kinsale. ¿Necesitáis más razones para visitar esta zona de Irlanda?
Hola! te ha quedado un recorrido por Cork muy chulo y que gracia lo del reloj! ¿Alguno de ellos da la hora real? Ya lo veré cuando vaya a visitarte jeje
Por cierto, creo que ya te lo he dicho antes, me encantan tus mapas!!
Un abrazo!
¡Hola Lena! Muchas gracias por el comentario, me alegra que te haya gustado el post.
Me has dejado intrigada con la pregunta del reloj, supongo que alguno de ellos sí que da la hora real, pero lo comprobaré la próxima vez que vaya 😅 Y sin duda estás más que invitada a venir a comprobarlo en persona 😉
Un beso,
¡Hola Miriam! Qué ganas tenía de leerte escribir sobre Cork. Es una ciudad pequeñita con encanto que la verdad yo disfruté muchísimo un tiempo y estoy deseando volver. Un abrazo hasta Irlanda.
¡Hola Luz! Muchas gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado el artículo. Estos post se han hecho esperar una barbaridad porque siempre me cuesta más escribir de los sitios que tengo cerca 😅. Cork es una ciudad, que sin ser realmente bonita, tiene un encanto arrollador. Es una ciudad muy agradable y me alegro de que guardes recuerdos bonitos de ella. Cuando vuelvas por estas tierras avisanos 😘😘