Qué ver en Galway en un día

A pesar de que Galway es una ciudad con mucha historia, el adjetivo que mejor la define no es “antigua”, sino “juvenil”. Esto se debe, en parte, a que un cuarto de su población está compuesta por estudiantes, pero también a su ambiente artístico y cultural. Casi nueve siglos después de su fundación, Galway destaca por ser una ciudad moderna y de aire bohemio, perfecta para un alto en el camino en nuestra ruta por Irlanda. ¿Nos acompañáis a descubrir Galway en un día?

Tanto si llegáis a Galway guiados por el Wild Atlantic Way, como si lo hacéis atraídos por sus propios encantos, os recomendamos pasar una noche en la ciudad para disfrutar de su ambiente nocturno.

Aunque generalmente no recomendamos hoteles en nuestras rutas, en este caso queremos hacer una excepción. Y es que, en Galway descubrimos el que es, de lejos, el mejor hostal en el que nos hemos alojado en Irlanda. En líneas generales, los hostales irlandeses distan de ser acogedores, por lo que creemos que este merece una mención especial. Hablamos de The Nest Boutique Hostel, un hostal con unas instalaciones muy modernas y un desayuno fabuloso que cuando nosotros nos alojamos venía incluido en el precio. Su única pega es su ubicación, a 20 minutos andando del centro, pero la relación calidad/precio es muy buena.

Tras dejar el coche en el hostal, iniciamos nuestro camino hacia The Salthill Promenade (1). Este paseo marítimo, de 2 km de longitud, recibe el nombre en gaélico de “Bóthar na Tra”, que significa, literalmente, “la carretera junto al mar”. Los irlandeses suelen cumplir lo que prometen al poner nombre a los sitios, pero en nuestro caso no andamos esos 2 km junto al mar, sino que nos adentramos en seguida en el barrio de Claddagh (2).

Playa y paseo marítimo de Salthill
PLAYA DE SALTHILL
Vistas al mar y letrero de Salthill Promenade
SALTHILL PROMENADE

Aunque actualmente Claddagh constituye un barrio más de la ciudad de Galway, en el pasado se trataba de un pueblo pesquero totalmente independiente. De esta región procedía el joyero que diseñó uno de los souvenirs más típicos de la ciudad y de Irlanda: el anillo de Claddagh. Cuenta la leyenda que Richard Joyce fue capturado y vendido como esclavo a un orfebre musulmán que le enseñó el oficio. El aprendiz llegó a superar al maestro, por lo que, con el objetivo de no dejarlo marchar, el orfebre musulmán le ofreció la mano de su hija. Sin embargo, Richard rechazó la propuesta ya que seguía enamorado de una joven irlandesa, para la cuál diseñó este famoso anillo. El anillo en cuestión está formado por tres elementos: un corazón (símbolo del amor), dos manos extendidas (símbolo de la amistad) y una corona (símbolo de lealtad).

Anuncio de los anillos de Claddagh junto a un mural pintado en la pared
HAY REFERENCIAS A LOS ANILLOS DE CLADDAGH EN CADA ESQUINA

Tras cruzar el rio Corrib, llegamos por fin al casco histórico de Galway. Aquí empezaba la ciudad amurallada y como testigo de ello podemos ver el Spanish Arch (3). Esta extensión de la muralla se construyó para proteger a los barcos que atracaban en el puerto para descargar mercancías. Como el punto de origen de muchas de estas mercancías era España, el arco recibió el nombre de “Arco Español”. Se pueden ver otros restos de la muralla medieval en el Centro Comercial de Eyre Square.

El Arco Español
SPANISH ARCH

Si cruzáis el Spanish Arch, a parte de conseguir la foto anterior, también podréis visitar el Galway City Museum (4). Este museo, totalmente gratuito, muestra la historia de la ciudad e incluye uno de los emblemáticos veleros de pesca usados tradicionalmente en Galway: los hooker. De hecho, si en vuestro recorrido por Irlanda estáis aprovechando para degustar las mejores cervezas de cada región, no olvidéis pedir más tarde una Galway Hooker, la cerveza artesanal que debe su nombre a dicho velero.

Barco tradicional colgando sobre las salas del Museo de Galway
UNO DE LOS OBJETOS MÁS LLAMATIVOS DEL MUSEO DE GALWAY ES ESTE HOOKER

Después de descubrir parte de la historia de la ciudad aprovechamos para hablaros de uno de los apodos que tiene Galway: el de “Ciudad de las Tribus”. Durante los siglos XIII y XIV, Galway estuvo gobernada por la familia normanda De Burgo. Sin embargo, en 1396 el rey Ricardo II transfirió el poder de los De Burgo a 14 familias de comerciantes o tribus, las “Tribus de Galway”.

Una visita ideal para entender este momento de la historia de Galway es el Hall of the Red Earl (5). Este pabellón, o lo que queda de él, fue el primer edificio municipal de Galway y era usado por la familia De Burgo para recaudar impuestos, impartir justicia y celebrar banquetes. Cuando las 14 tribus tomaron el control de la ciudad, este edificio fue abandonado y su existencia cayó en el olvido hasta que fue re-descubierto en el siglo XX.

Restos Arqueológicos de The Hall of the Red Earl a través del cristal
LOS RESTOS DEL HALL OF THE RED EARL SE CONSERVAN BAJO LA CUSTOM HOUSE

Hasta ahora, la ruta nos ha llevado por zonas más bien poco transitadas, por lo que ya va siendo hora de zambullirnos en el barullo que caracteriza a la ciudad. La calle peatonal de High St constituye un escenario en sí misma para decenas de músicos callejeros y alberga algunos de los mejores pubs de la ciudad. Os recomendamos que volváis a esta calle por la noche para disfrutar del ambiente en pubs como el Kings Head o el Tig Coili.

Calle principal desierta y fachada del pub The King's Head
HIGH STREET AÚN DESIERTA A PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA

Si visitáis la ciudad durante el fin de semana, conviene desviarse en busca de la Iglesia de San Nicolás (6). En torno a este templo se coloca los sábados y domingos el mercado de Galway, un mercado callejero que lleva siglos celebrándose en este lugar. Además de los puestos de artesanías, hay puestos de comida preparada, por lo que es un buen lugar para ahorrar unos eurillos a la hora de comer.

Puestos de artesania del Mercado de Galway colocados frente a la Iglesia de San Nicolas
LOS SABADOS Y DOMINGOS SE CELEBRA EL MERCADO DE GALWAY

De nuevo en High St nos encontramos el Lynch’s Castle (7), hoy sede del AIB Bank. Este edificio es un ejemplo de casa fortificada medieval y perteneció a la familia Lynch, una de las 14 tribus de las que hablábamos antes.

Otro de los puntos de interés de esta calle es la Estatua de Oscar Wilde y Eduard Vilde (8). Aunque los nombres de ambos escritores tengan un cierto parecido, no sólo no existe ningún parentesco entre ambos sino que ni siquiera llegaron a conocerse. Mientras que el primero era de origen irlandés, el segundo era estonio, nacionalidad que comparte con la autora de la escultura. En realidad, a pesar de que esta escultura es icónica de la ciudad de Galway, es una copia de la escultura original de 1999 que está en Estonia.

Estatua de los dos escritores sentados en un banco
EL ENCUENTRO FICTICIO ENTRE OSCAR WILDE Y EDUARD VILDE

Y ya que hablamos de esculturas de escritores, hablemos de la que se encuentra en el siguiente punto de nuestra ruta: Eyre Square (9). En este parque, también conocido como el Kennedy Park en conmemoración de la visita del presidente a Galway en 1963, se encuentra la estatua del escritor en lengua irlandesa Pádraic Ó Conaire. Bueno, en realidad lo que hay aquí también es una copia de la escultura original, que fue trasladada al Galway City Museum después de que unos vándalos la decapitaran.

Estatua de Pádraic Ó Conaire en Eyre Square
ESTATUA DE PÁDRAIC Ó CONAIRE

En torno a esta plaza también se encuentran otros pubs interesantes como el Skeff o el O’Connell’s. Ambos pubs tienen mucho encanto, pero este último cuenta con la fama añadida de ser el pub en el que una chica de Galway se enamoró del cantante inglés Ed Sheeran, o mejor dicho, el sitio en el que se grabó el videoclip, porque la canción no especifica este dato.

Desde aquí nos dirigimos a nuestra última visita diurna: la Catedral de Galway (10). Para llegar a la catedral cruzamos el puente de Salmon Weir, un lugar muy frecuentado por los pescadores durante la temporada del salmón. En cuanto a la catedral, este templo fue consagrado en 1965, lo que lo convierte en una de las últimas grandes catedrales construidas en piedra en Europa. Vale la pena visitar el interior de la Catedral, para lo cual hay que pagar un “donativo” de 2€.

Vista de la Catedral desde el otro extremo del Salmon Weir
LA CATEDRAL DE GALWAY DESDE EL SALMON WEIR
Órgano y vidriera de la Catedral
ES POSIBLE DISFRUTAR DE CONCIERTOS DE ÓRGANO EN EL INTERIOR DE LA CATEDRAL

Como os comentabamos, la Catedral de Galway fue la última de nuestras paradas, pero seguimos disfrutando de la ciudad en sus pubs. Aunque es posible visitar Galway en un sólo día, nosotros recomendamos pasar, al menos, una noche en la ciudad para disfrutar de su ambiente nocturno antes de seguir vuestro viaje por Irlanda. Si queréis conocer qué más tiene para ofreceros el condado de Galway, os recomendamos leer nuestra ruta por la región de Connemara