Mis primeros meses como Au Pair en Irlanda

Hace tres meses mi vida cambió radicalmente. Bueno, miento, no hace tres meses, hace muchos más, porque el cambio no sucede cuando haces las maletas y tomas un avión. No, el cambio sucede cuando plantas una idea: ¿y si me voy a vivir al extranjero como Au Pair? Y crece cuando das el primer paso y te inscribes en una página web como esta. Y sigue creciendo cuando empiezas a hablar con una familia. Y sí, al final te subes en un avión y el cambio empieza a ser palpable. Pero no os preocupéis, no os voy a hablar de todo ese proceso, me centraré en hablaros solo de los meses que llevo en Irlanda y cuáles han sido mis primeras impresiones y mis primeros aprendizajes.

Hace exactamente tres meses, un 15 de agosto, llegué al aeropuerto de Cork con una maleta de 20 kg y una mochila de 10. Sí, sorprendentemente, esos 30 kg me parecían suficientes para vivir en Irlanda un año (y aún creo que lo son), pero el tema no es lo ligera de equipaje que viajo. Desde esa fecha, y hasta hoy, han pasado muchas cosas, así que vayamos por partes.

¿DÓNDE ESTOY?

En primer lugar, dejadme que os cuente a dónde he ido a parar… Aunque en estos tres meses me he tenido que mudar (ya llegaré a eso), llevo todo este tiempo viviendo en el condado de Kerry. Este condado es, o eso me han dicho, uno de los más bonitos de Irlanda, pero eso ya lo iremos poniendo a prueba en las próximas entradas.

En primer plano el cesped y un caballo pastando. De fondo los Lagos de Killarney y las montañas
CON PAISAJES COMO ESTE PROBABLEMENTE LLEVEN RAZÓN SOBRE KERRY

Mi lugar de referencia ha sido siempre Killarney, aunque en realidad he pasado un mes y medio viviendo en Beaufort y otro mes y medio en Rathmore (dónde espero seguir viviendo una temporada más). Es así como he descubierto la diferencia entra “village” y “town”. Técnicamente podemos traducir ambos como pueblo, pero una «village» puedes perdértela si parpadeas, mientras que en un «town» empieza a valer la pena bajarse del coche para pasear. En otras palabras Killarney es mi pueblo más cercano, aunque técnicamente viva a 20 minutos en coche.

Campo lleno de vacas pastando
LOS VECINOS QUE TENDRÍAS EN UNA «VILLAGE»

¿QUÉ ES UN AU PAIR?

Un au pair es una persona que decide vivir en el extranjero con una familia de acogida a la que ayuda con diversas tareas. Estas tareas se centran sobre todo en ayudar con los niños y con las tareas del hogar, pero dependen mucho de la familia de acogida. A cambio de esta ayuda, el o la au pair (normalmente suele ser la au pair) recibe alojamiento, manutención y una paga semanal. Suena bien, ¿no?

Pues a mí siempre me había sonado bien, pero estos primeros meses me han servido para darme cuenta de toda una serie de matices a tener en cuenta. Tanto es así que, a día de hoy, no recomendaría la experiencia au pair a la ligera. Creo que hay muchos factores que se deben tener en cuenta antes de tomar la decisión.

Yo recorriendo un laberinto dibujado en la hierba
¿ES SER AU PAIR EL MEJOR CAMINO PARA TÍ?

Uno de esos factores es el de la edad, ¿se puede ser muy mayor para ser au pair? Me encantaría poder responder a esta pregunta con un “nunca es tarde para cumplir tus sueños”, pero no puedo evitar puntualizar un par de aspectos.

En primer lugar, para algunos países sí que hay una edad máxima. Este es el caso, por ejemplo, de Estados Unidos, dónde no se puede ser au pair pasados los 26 años de edad. En el caso de Europa, en cambio, la edad no suele ser un problema e, incluso, hay familias que buscan au pairs mayores de 25 años. Esto se debe a que, si necesitan que la au pair conduzca, el seguro suele ser mucho más barato pasada esa edad.

Por otra parte, y aquí es dónde me gustaría puntualizar mi opinión, no es lo mismo vivir la experiencia au pair con 18 años que con 30. Ambas son edades en las que se puede disfrutar de la experiencia, pero la forma de hacerlo será totalmente diferente.

Yo de espaldas a la camara mirando al mar. Al fondo se ve acantilados y unas islas
VIVIR LA EXPERIENCIA NO TIENE EDAD

También serán totalmente diferentes las dificultades que te encuentres en el camino. Mientras que con 19 quizás te cueste acostumbrarte a tener responsabilidades con los niños y la casa, con 26 quizás sientas que pierdes independencia. Esto último es lo que me ha pasado a mí, que he pasado de vivir sola a vivir de nuevo en familia (y eso cuesta).

¿ES SER AU PAIR UNA BUENA FORMA DE VIAJAR?

Teniendo en cuenta la temática del blog, este es quizás el tema que más os interese del post: ¿es viajar y ser Au Pair compatible? La respuesta rápida es “Si”. Pero vayamos con la respuesta larga.

Durante estos primeros meses no hemos parado de viajar. Hemos visitado ciudades como Galway o Cork y nos hemos puesto manos al volante para recorrer rutas míticas como el Ring of Kerry. Eso sí, todo esto con un “presupuesto au pair”, que, aunque es mayor que el presupuesto que tenía al viajar como estudiante, sigue siendo limitado.

La Catedral de Cork vista desde el rio
CORK FUE UNO DE NUESTROS PRIMEROS DESTINOS

A pesar de que el presupuesto de las escapadas sea reducido, hay muchos aspectos que hacen que ser au pair y viajar sean una combinación ideal. Para empezar, como aupair se suele tener mucho tiempo libre y la mayoría de las au pairs tienen los fines de semana libres así que es fácil coincidir con más gente para aprovechar ese tiempo haciendo escapadas por el país.

Por otra parte, muchas familias necesitan que la au pair tenga carné de conducir para llevar a los niños al colegio. En algunos casos, eso significa conducir el coche familiar y en otros la au pair cuenta con vehículo propio. Todo esto depende, claro está, de la familia de acogida en la que estés. En mi caso, tengo la suerte de poder usar el coche cuando lo necesite y aprovecharlo para visitar cualquier punto del país.

Mi coche, un toyota rojo; y de fondo el mar
ES UN COCHE VIEJO, PERO SE HA CONVERTIDO EN NUESTRO FIEL COMPAÑERO DE VIAJE

Un último punto a favor, aunque también depende de la familia en la que estéis, es que cuentas con las recomendaciones de gente local. En estos tres meses he tenido la oportunidad de descubrir y experimentar cosas que no aparecen en las guías turísticas.

Como puntos en contra, aunque esto sólo aplica a ser au pair en Irlanda o Reino Unido, hay que tener en cuenta que al final estás en una isla y los viajes internacionales se complican. Me he encontrado con au pairs que lo que querían era viajar fuera de Irlanda. En otras palabras, si quieres visitar otros países desde Irlanda dependes de aviones, y eso se paga. Mi idea al venir a Irlanda era descubrir el país al detalle, visitar todos los rincones y hacer lo que no tengo tiempo de hacer en cualquier otro viaje. Si esta es tu idea y quieres abrazar el viajar con calma y las rutas por carretera, Irlanda tiene mucho que ofrecer.

¿POR QUÉ ME CAMBIE DE FAMILIA? ¿QUÉ HE APRENDIDO DE ELLO?

Ser au pair no tiene por qué salir bien a la primera, en realidad, ni siquiera tiene por qué salir bien. Existen muchos casos en los que la experiencia no sale como esperabas y te toca buscar una nueva familia. Pero, ¿qué fue lo que salió mal en mi caso? Y, lo más importante, ¿qué he aprendido de ello?

Intentaré ser lo más diplomática posible con este tema, porque creo que es un tema privado, no tanto para mí, sino también para la familia con la que estuve. No obstante, a partir de los consejos que daré se pueden intuir algunos de los problemas que hubo.

Yo de espaldas en los Acantilados Moher
DE TODO SALE UN APRENDIZAJE

Mi primer consejo es que estipuléis con antelación las tareas que se esperan de la au pair. Al final la convivencia es algo bastante informal y es normal que la familia os pida algún favor puntual, pero lo mejor es pactar las tareas habituales. En mi caso, durante la entrevista previa me dijeron que tendría que hacer tareas de la casa, pero que sería un trabajo muy “light”. Mi primer error fue no insistir con el tema, de forma que no me enteré de cuales serían esas tareas hasta llegar a la casa. De primeras la lista de tareas no me pareció tan “light”, pero tampoco me pareció descabellada. El problema llegó cuando la lista de tareas empezó a hacerse cada vez más larga. En este sentido, es importante que las tareas se pacten de antemano y sean firmadas por ambas partes para que no haya cambios no consensuados.

Mi segundo consejo se podría aplicar a cualquier relación: comunicarse es vital. Es importante que en cuanto veáis algún problema se lo comuniquéis de inmediato a la familia. En mi caso, empezaron a surgir situaciones incómodas que no comenté hasta que empezaron a afectar a mi estado anímico y siempre es mejor comentarlo antes de que nos afecte personalmente.

Y esto me lleva a mi tercer consejo: la responsabilidad de que la convivencia funcione es de ambos. En este sentido, cuando comuniquéis un problema a la familia, valorad la respuesta que os den los padres. Si al comentarlo notáis que la familia no va a poner de su parte, es mejor cambiar de familia. Obviamente, el mayor ejercicio de adaptación lo hace la au pair, pero eso no quita que la familia deba facilitarle el proceso en la medida de sus posibilidades.

¿CÓMO ES LA VIDA EN IRLANDA?

Dejemos de hablar de la experiencia au pair y hablemos ahora de la vida en Irlanda: ¿recomendaría la experiencia de vivir en este país? Obviamente, existen muchas diferencias entre la vida en España y la vida en Irlanda. Sin embargo, en líneas generales la experiencia de vivir aquí está siendo muy agradable y sí que lo recomendaría. Pero volvamos a ir por partes.

EL IDIOMA

Empecemos hablando del idioma. En Irlanda se habla mayoritariamente inglés, aunque también existe el irlandés o gaélico como idioma oficial del país. Aunque hay zonas de habla mayoritariamente gaélica, denominadas Gaeltacht, siempre os podréis comunicar con el inglés, aunque aquí entra el tema de los acentos…

Señalización escrita en irlandés
SI ENTENDÉIS ALGO APARTE DE ENGLISH MARKET, ¡FELICIDADES! SABES GAÉLICO

En primer lugar, no existe un único acento irlandés, sino que este depende mucho del condado o la región en el que estéis. Independientemente de estas variaciones, hay quién considera que el acento irlandés es, junto con el escocés, uno de los acentos más difíciles en inglés. No os voy a negar que me he topado con muchas situaciones en las que no he entendido nada de lo que intentaban decirme, pero poco a poco el oído se acaba haciendo. Lo bueno es que, por lo general, los irlandeses son bastante habladores, así que no os faltarán oportunidades para ir practicando el acento.

CONDUCIR EN IRLANDA

Otra de las cosas a las que hay que acostumbrarse en Irlanda es al hecho de que aquí, al igual que en Reino Unido, en este país se conduce por la izquierda. Esto no sólo os afectará si tenéis pensado conducir en el país, sino que también lo tendréis que tener muy presente como peatones. Eso sí, aquí os hablaré de mi experiencia como conductora y no como peatona.

Seguro que alguno de vosotros ya se ha enfrentado alguna vez a alquilar un coche con el volante a la derecha, pero para mí esta ha sido la primera vez y, sinceramente, no me ha parecido tan difícil. Es verdad que, en mi caso, con la primera familia nunca tuve que conducir, así que mi adaptación fue progresiva y ya llevaba mes y medio viviendo aquí cuando me puse por primera vez al volante.

Mi amiga conduciendo con el volante en la derecha
MI EXPERIENCIA EMPEZÓ COMO COPILOTA

Irónicamente, lo que más me ha costado no es mantenerme en mi carril o las rotondas, que es de lo que más suele asustar. No, lo que más me ha costado es subirme al coche por la puerta correcta y no buscar el cinturón de seguridad en el lado equivocado del asiento. También es verdad que a mi mano izquierda le llevo unos días de entrenamiento lo de ser capaz de meter la marcha atrás sin esfuerzo y que lo de conducir de noche y ver las luces de los coches viniendo por la derecha asusta al principio, pero todo es cuestión de tiempo.

En realidad, en el caso concreto de Irlanda, el mayor hándicap de conducir no es hacerlo por la izquierda sino el estado de las carreteras. No sé si es que en España nos tienen muy mal acostumbrados, con carreteras con sus dos carriles y farolas, pero desde que estoy aquí Google Maps se ha empeñado en meterme por carreteras que parece que conducen al mismísimo Mordor. Las carreteras estrechas, pero ojo, siempre de dos sentidos; la falta de iluminación y los baches son una constante en Irlanda. Eso sí, nada como una buena ruta por carretera para descubrir los mayores encantos de la isla, por lo que si venís de viaje ignorad todo lo que he dicho y no tengáis miedo a alquilar un coche.

Señal que pone: Leprechaun crossing
CUIDADO CON LOS PASOS PARA LEPRECHAUNS

LA COMIDA

Ya hablaremos en otra ocasión de gastronomía irlandesa, pero quiero hacer una mención rápida al tema de los horarios de comidas. Si alguno de vosotros ha vivido en Irlanda o Reino Unido y ha llegado a entender los horarios que tienen para comer me encantaría oír una explicación, porque yo aún no lo pillo. Aquí parece que los horarios de comida dependen de la familia o, incluso, del día de la semana que sea.

Con mi primera familia, el “lunch” se hacía a las 12 y el “dinner” a las 18 horas, excepto los domingos, que el dinner se hacía al mediodía. Luego, obviamente, a todos les entraba hambre y se hacía un pequeño tentempié a eso de las 21 horas. Sin embargo, con mi nueva familia, el “dinner” se hace a las 15 horas y hacen el “supper” a las 20 horas. Todo un lio, sobre todo si traducimos las palabras literalmente. Lo que he aprendido es que el «dinner» en realidad no es la cena tal y como lo entendemos nosotros, sino el plato fuerte del día; y que el lunch no deja de ser nuestro sándwich a media mañana.

EL CLIMA

He dejado para el final el punto en el que más inexperta me siento: el clima. Y es que, sólo es noviembre, así que aún me faltan por afrontar los meses de verdadero invierno. De todas formas, aunque sea pronto para cantar victoria, creo que me estoy adaptando muy bien al clima irlandés.

Un perro sentado en la arena de una playa
LLEGUÉ A TIEMPO PARA VIVIR LOS ÚLTIMOS DÍAS DEL VERANO

En este caso, adaptarse al clima irlandés no depende tanto de la región de Irlanda en la que vayáis a vivir, sino de la región de la que venís. No es lo mismo intentar adaptarse a este tiempo viniendo de Canarias, que viniendo de Galicia; y eso es indiscutible. Por suerte, al haber vivido en Madrid yo venía con parte de la adaptación ya hecha. Pero, ¿a qué aspectos cuesta más adaptarse? Pues básicamente a dos: la lluvia y las horas de sol. La diferencia de temperaturas no es tan drástica como la pintan, así que creo que no es un verdadero hándicap si os estáis pensando vivir en Irlanda. La lluvia, en cambio, puede si serlo.

Un banco y de fondo el arco iris sobre un lago de Killarney
SIN LA LLUVIA NO TENDRÍAMOS ARCOIRIS COMO ESTOS

Los irlandeses están muy adaptados a la lluvia y no les veréis dejar de hacer cosas porque esté lloviendo un poco. Es más, enseguida aprenderéis a distinguir a los que no son irlandeses: un irlandés no necesita paraguas. La lluvia en sí es bastante fina y con la ropa adecuada no molesta, pero hace falta mucha fuerza de voluntad para echarse a la calle un día que está lloviendo. Eso sí, si dejáis que la lluvia cancele vuestros planes os auguro una vida de reclusión doméstica y escasa vida social.

Con el tema de las horas de sol ya es otro cantar. No sólo me refiero aquí a que las nubes de lluvia no dejen ver el sol, sino al hecho de que los días son mucho más cortos. Llegará un momento en el que a las cuatro de la tarde sea de noche y a eso sí que me es más difícil adaptarme. Pero bueno, siempre me quedará la hibernación y el consuelo de que en verano pasará todo lo contrario.

Se ve el cartel con el nombre del mirador pero la niebla no deja ver más alla
LA VISIBILIDAD DE DÍA TAMBIÉN PUEDE LLEGAR A SER MUY MALA

Como veis, no creo que el clima sea una excusa para no irse a vivir a Irlanda, aunque, como os decía, “winter is coming” y prefiero no cantar victoria tan rápido.

Si queréis conocer más sobre mi experiencia como au pair en Irlanda, he recogido algunas de las preguntas más frecuentes que me habéis ido mandando para crear una segunda entrada más actualizada que podéis leer aquí. Y ahora que ya sabéis como he llegado hasta aquí, ¿os animáis a recorrer Irlanda conmigo?