Qué ver en Lanzarote: Ruta Norte

No os voy a mentir, estaba deseando empezar a escribir estos posts sobre mi tierra. Sí, soy de Lanzarote, y después de más de un año escribiendo en el blog, aún no os había contado todo lo que se puede ver y hacer en mi propia isla. Como comprenderéis, de esto tengo mucho que contar (y mucho me quedará sin contar al final…) así que, si esperabais un post conciso, este no lo va a ser. Es más, ni siquiera va a ser una entrada, sino tres con tres rutas diferentes para descubrir la Isla de los Volcanes.

Empecemos con unas anotaciones a estas rutas. La primera es que necesitaréis coche, sí o sí. La segunda es que todas las rutas están pensadas desde mi pueblo (ya lo sé, mira que soy ególatra…). A parte de por los motivos evidentes (es dónde yo empiezo siempre las rutas), también es porque mi pueblo mola. Mola tanto que está cerca de Puerto del Carmen, uno de los puntos en los que se acumulan los hoteles. Pero vamos, que si os alojáis en cualquier otro pueblo sólo tendréis que adaptar un poco las rutas.

Hechas las aclaraciones pertinentes, hablemos de la ruta que os proponemos para descubrir el norte de la isla. Esta ruta está pensaba para que os lleve unas siete horas desde la primera parada hasta la última. No estamos teniendo en cuenta lo que se tarda en llegar al primer punto porque no sabemos vuestro punto de inicio.

Nuestra ruta comienza en el Jardín de Cactus (1), dónde podréis encontrar alrededor de 450 especies de cactus diferentes… Pero yo aquí no os voy a hablar de cactus, y mejor así porque no es que yo sea una experta en el tema. En su lugar voy a aprovechar para presentaros a César Manrique, una figura que nos va a acompañar en todas las rutas por la isla.

Panoramica del Jardín de Cactus. El centro tiene forma circular y está formado por terrazas que descienden hacia el centro. Se ven las pasarelas y los cactús, así como un molino en la parte alta

Panorámica general del Jardín de Cactus

César Manrique fue uno de estos artistas multifacéticos. Algo así como los artistas del Renacimiento, que lo mismo te pintan un cuadro que te inventan una máquina voladora… Sí, vale, quizás compararlo con Leonardo da Vinci es un poco pretencioso, pero César Manrique también fue importante. Era pintor, era escultor, era arquitecto y, lo mejor, todo eso lo hacía siendo ecologista. Fue un gran defensor del Medio Ambiente y del turismo sostenible, por lo que hizo todas sus intervenciones sobre el patrimonio natural buscando la máxima armonía.

Ventana circular con decoración en forma de cactus y hechas de acero corten en el centro. A través de la decoración se entreve el Jardin de Cactus

Detalle de la entrada al Jardín

Irónicamente, os estoy presentando a este artista con la última gran intervención que hizo en Lanzarote: el Jardín de Cactus. El Jardín de Cactus fue creado en una antigua rofera. ¿Qué es esto de una rofera? Pues aquí empiezan las clases español – canario. Una rofera es una cantera de la que se saca rofe, que es un tipo de piedra de carácter volcánico. Mientras estéis de ruta por la isla es probable que veáis algunas. La reconoceréis porque os encontraréis con alguna montaña a la que parezca que le han dado un mordisco.

El Jardín de Cactus abre, normalmente, a las 10, aunque en verano (de julio a septiembre) abre una hora antes. El precio por adulto es de 5,80€ y la visita suele durar entre hora y hora y media. Aprovecho aquí para comentaros que existen bonos para visitar los Centros de Arte, Cultura y Turismo de Lanzarote. Y si, el Jardín de Cactus es uno de estos centros, igual que nuestra siguiente parada: los Jameos del Agua (2).

La escultura de un cangrejo en acero cortén marca la entrada de los Jameos del Agua

Entrada de los Jameos del Agua

Los Jameos del Agua tal y como los podemos visitar hoy en día también son el resultado de una intervención de César Manrique. Además, es el primer centro turístico que creó (ya tenéis el primero y el último, y eso que sólo acabamos de empezar). En este caso, Manrique no reconvirtió una rofera, sino que intervino en jameos.

Ahora bien, eso del jameo ¿qué es? Pues toca hablar de otro tema estrella en Lanzarote: los volcanes. En su momento, el Volcán de la Corona (pasaréis cerca con esta ruta) entró en erupción originando ciertas estructuras geológicas.  Entre estas estructuras están los tubos volcánicos y los jameos. De los primeros veremos un ejemplo en la siguiente visita, por lo que centrémonos en los jameos. Un jameo es el resultado de que el techo de un tubo volcánico se hunda. Obviamente, como este sitio se llama los Jameos del Agua no debe sorprendernos que aquí haya tres jameos.

Se ve el interior del Jameo principal con una piscina central rodeada de palmeras

Este es el jameo más grande y el más fotogénico de los tres

A parte de ver estos jameos y las invenciones de César Manrique, ¿qué más nos puede ofrecer este centro? Pues ni más ni menos que la posibilidad de conocer a una especie única de este ecosistema. Aquí vive una especie de cangrejo albino ciego cuyo nombre científico no recordaríais (y del que yo tampoco quiero acordarme). Estos cangrejos son muy sensibles a cualquier cambio en su ecosistema así que es importante que lo respetéis al máximo. Esto significa, entre otras cosas obvias como no tocarlos, que no tiréis monedas al agua. Sé que el ser humano tiene un vicio incontrolable por tirar monedas a sitios, pero aquí está totalmente prohibido.

Cartel amarillo que pone "Monedas no" colocado sobre las rocas volcanicas

Recordad que está prohibido tirar monedas al agua

Entrar en los Jameos cuesta alrededor de 9,50 € y abre desde las 10:00 hasta las 18:30 horas. Hay días que tiene horario especial y cierra más tarde, pero esto mejor consultadlo en la web. Para verlo bien contad con una hora de tiempo.

Nuestra siguiente parada es la Cueva de los Verdes (3), un ejemplo de esos tubos volcánicos de los que hablábamos antes. Tenemos que pensar que la erupción del volcán formó un tubo volcánico mucho más largo y que la Cueva de los Verdes y los Jameos del Agua son sólo dos tramos del mismo tubo. Es más, dicho tubo sigue su recorrido, incluso, bajo el mar. De esta cueva os recomiendo que no busquéis mucha información antes de ir. Sólo se puede acceder con visita guiada así que dejaré las curiosidades para el guía que os acompañe.

Cartel que pone Cueva de los Verdes. El cartel cuelga de una roca volcánica

No os enseño fotos del interior para no haceros spoilers

La entrada cuesta 9,50 €, el centro abre a las 10:00 y el último pase es a las 17:00 horas. Tened en cuenta que entre un pase y el siguiente os puede tocar esperar un poco. Una vez dentro de la cueva la visita dura unos 50 minutos.

De camino a la siguiente parada cruzaremos el Parque Natural del Volcán de la Corona (4). Este volcán fue el responsable de las dos últimas formaciones de las que hemos hablado. Este parque engloba tanto al volcán en sí como al malpaís formado por la erupción.

Nuestra siguiente parada es otro de esos Centros de Arte, Cultura y Turismo, el último del día: el Mirador del Río (5). Volvemos a estar ante una obra de César Manrique. Camuflado en pleno Risco de Famara se halla un mirador casi inapreciable desde el mar. ¿Y a dónde mira? Pues como su nombre indica a El Río, pero con mayúsculas, porque de río tiene poco. Así es como se conoce a la franja de mar que separa Lanzarote y La Graciosa, la octava isla de Canarias.

Cafeteria con vistas de la Graciosa

En el Mirador del Río podéis disfrutar de un café con vistas

Vistas de la Isla de la Graciosa. Se intuyen otros de los islotes que forman el Archipielago

Y estas son las vistas…

El Mirador del Río abre de 10:00 a 17:45 horas, aunque en verano cierran una hora más tarde. La entrada de adulto cuesta 4,75 euros y contad con que estaréis menos de una hora dentro.

Hasta ahora no hemos hablado de pueblos, así que llega el momento de hablar del primero: Haría (6). A este municipio también se le conoce como el Valle de las Mil Palmeras y en seguida notaréis por qué. Cuenta la leyenda, que las familias de esta zona plantaban dos palmeras si nacía un niño y una si era niña.

Vistas del pueblo desde las alturas. Al fondo se ve el Volcán de la corona. Las casas blancas destacan sobre la tierra de tonos marrones y negros

Además, el pueblo desde las alturas hace la forma de una brujita, aunque hay que echarle imaginación

Leyendas aparte, os recomiendo callejear por el pueblo (no es muy grande) y visitar la Casa Museo de César Manrique. Esta casa fue la última residencia del artista hasta su muerte en 1992. Os confieso que nunca había entrado en esta casa y que la visite expresamente para escribir esta entrada. Eso sí, ahora me parece una visita imprescindible si queréis conocer más de cerca al artista.

A la entrada de la Casa Museo se puede ver un coche pintado por el artista

Entrada a la Casa Museo

Por último, no podemos dejar pasar la oportunidad de subir al punto más alto de la isla. Sí, sé que 670 metros es como mucho una colina, pero es que en Lanzarote no somos gente de alturas. Desde las Peñas del Chache (7) podréis tener buenas vistas de la zona de Famara y si os gustan las estrellas no dejéis de mirar al cielo nocturno desde aquí. En este pico podréis ver el Observatorio y la Ermita de las Nieves.

Vistas a la Playa de Famara

A nivel de distancias ya veis que no hemos recorrido tantos kilómetros, pero es más que suficiente para un día. Al final estamos hablando de Lanzarote y eso anima al slow travel (y a acabar cada ruta en la playita). Si queréis descubrir también el centro y el sur de la isla conmigo, os animo a que leáis también las siguientes rutas.