Qué ver en Málaga en un día

En nuestro último viaje por Andalucía decidimos, por fin, hacerle una visita a Málaga y dedicar un día entero a recorrer esta maravillosa ciudad. Teníamos muchas ganas de descubrir esta ciudad, a la que todavía no le habíamos dedicado una visita a pesar de ser nuestro tercer viaje por Andalucía, y lo que no calculamos es que un día se nos iba a quedar corto. Málaga tiene una gran oferta cultural y gastronómica, por lo que tuvimos que priorizar mucho que veríamos en nuestro paso por la ciudad. Eso significa que nos dejamos muchísimos sitios pendientes y que en esta entrada seguro que echaréis cosas en falta. Sin embargo, por si acaso tenéis gustos similares a los nuestros, no podíamos dejar de contaros cuáles son las visitas por las que nosotros nos decantamos y cuáles nos quedaron en el tintero para una próxima visita. ¿Nos acompañáis para descubrir si coincidimos?

Nosotros nos alojamos al otro lado del río Guadalmedina, con lo que nuestra ruta comenzó cruzando el río y paseando por la Calle Compañía. Aquí nos encontramos el primero de los puntos que nos quedaron pendientes en nuestra ruta de un día por Málaga. Hablamos del Museo Carmen Thyssen Málaga (1), situado en el Palacio de Villalón. Ya os adelantamos, que en esta ocasión nos decidimos centrar en conocer la historia de la ciudad, por lo que veréis que nos quedaron pendientes las visitas a los muchos museos de arte que se pueden visitar en Málaga. Si preferís centrar vuestra ruta en este tipo de visitas os recomendamos echarle un ojo tanto a este museo como al Museo Picasso o el Centre Pompidou Málaga.

 

Como os decíamos, comenzamos el día recorriendo la Calle Compañía hasta la plaza de la Constitución (2), el centro del casco histórico de Málaga. Esta era la antigua Plaza Mayor de la ciudad por lo que no os sorprenderá saber que alrededor de esta plaza han estado ubicados edificios tan importantes como el ayuntamiento o la cárcel. En torno a la plaza encontraréis también la actual Oficina de Turismo, una parada obligatoria para mi síndrome de Diógenes (también conocido como mi colección de mapas y folletos). Desde aquí también arranca la Calle Larios (3), la calle comercial más importante de la ciudad. La Calle Marqués de Larios es peatonal desde su remodelación en 2003 y a parte de hacer las delicias de los viajeros adictos a las compras tiene un gran valor arquitectónico. Cuando nosotros la recorrimos tuvimos la oportunidad de ver una exposición fotográfica que nos recordó que  el Festival de Cine de Málaga estaba al caer.

Desde aquí nos dirigimos a la Catedral de Málaga (4), un rompecabezas que hará las delicias de los aficionados a la Historia del Arte. La Catedral empezó a construirse en 1528 en estilo Gótico, pero con el tiempo la cosa fue cambiando. A los restos del proyecto gótico inicial hay que añadirle el estilo renacentista y los decorados barrocos añadidos después. Eso sí, no creáis que con esto acabaron las obras. La Catedral se quedó inacabada por falta de fondos y esto le ha valido el ápodo de “La Manquita”. Nosotros os recomendamos encarecidamente que visitéis también el interior. La entrada cuesta 6€ y por 4€ más se pueden visitar también las cubiertas.

Una de las fachadas de la Catedral de Malaga
UNA DE LAS FACHADAS DE LA MANQUITA

Desde aquí nos fuimos directos a visitar La Alcazaba, el Teatro Romano y el Museo de Málaga. Estos tres puntos están muy cercanos entre sí por lo que os dejamos a vosotros elegir el orden de visita (que ya sabéis que eso no altera el producto). Nosotros visitamos primero La Alcazaba (5), un palacio fortaleza construido entre los siglos XI y XV por los musulmanes. Aunque este palacio estaba conectado con el Castillo de Gibralfaro, que visitaremos más tarde, ya no se puede pasar directamente de una construcción a la otra, sino que cada monumento tiene su propio acceso. Nosotros os recomendamos adquirir la entrada combinada para visitar ambos monumentos por poco menos de 4€.

En primer plano dos mesas de mosaico de la cafetería de la Alcazaba y de fondo las vistas
VISTAS DESDE LA ALCAZABA

Tras visitar la Alcazaba, nosotros visitamos el Teatro Romano de Málaga (6). Este teatro estuvo en uso desde el siglo I a.C. hasta el siglo III de nuestra era, y no fue descubierto hasta el año 1951. La entrada a las ruinas del teatro es totalmente gratuita y se realiza a través de un moderno centro de interpretación con una pequeña exposición sobre el teatro y la historia romana de la ciudad.

Restos del teatro romano
TEATRO ROMANO DE MÁLAGA

Después de este pequeño adelanto decidimos entrar al Museo de Málaga (7) para terminar de entender la rica historia de la ciudad. Este moderno museo se ubica en el antiguo Palacio de la Aduana. Aquí se expone tanto la colección de Arqueología, como la de Bellas Artes, aunque como comprenderéis nosotros enfocamos más nuestra visita a la primera.

Vitrina con anforas y otras cerámicas
EL MUSEO DE MÁLAGA FUE RENOVADO HACE POCO POR LO QUE ES UN MUSEO MUY MODERNO

Tras empaparnos de historia nos dispusimos a subir al Castillo de Gibralfaro (8). Para llegar a esta fortaleza podemos optar por usar el transporte público y llegar a él en un autobús de la línea 35; o subir a pie. Nosotros optamos por lo segundo, y si bien es una señora cuesta, creemos que el paseo vale la pena para ir disfrutando de las vistas por el camino. El Castillo de Gibralfaro fue edificado en el siglo XIV y se construyó sobre la antigua ubicación de un faro fenicio, de ahí su nombre. Destaca sobre todo por sus sistemas de defensa y se puede pasear por sus murallas para disfrutar de unas asombrosas vistas a la ciudad.

Vistas desde Gibralfaro. Se ve el puerte y hay mucha vegetación
VISTAS A MEDIO CAMINO

Tras bajar de Gibralfaro decidimos acercarnos al puerto y pasear por el Palmeral de Las Sorpresas y el centro comercial del Muelle 1. Nuestro destino final no era otro que uno de los pocos faros de España con nombre de mujer: La Farola de Málaga (9). Este faro se acabo de construir en 1816, aunque ha sufrido varias reformas con el paso del tiempo, entre otras las obras de reparación después de sufrir daños durante la Guerra Civil española.

Tras nuestro paseo por el puerto de Málaga, llegó nuestro momento gastronómico de la ruta y como no podía ser de otra manera no pudimos resistirnos a pasar por la Bodega El Pimpi (10). La oferta gastronómica en Málaga es muy variada y encontraréis restaurantes para todos los gustos, pero además de esta bodega no queríamos dejar pasar la oportunidad de recomendaros también una opción totalmente vegetariana: el restaurante NicPic (11). Seguramente hay muchas otras opciones vegetariamas, pero esta es por la que optamos nosotros y nos gustó bastante.

Hasta aquí nuestro día en la ciudad, como habéis visto la visita nos cundió bastante pero aún así nos dejamos fuera muchísimas cosas. En esta ocasión nosotros decidimos priorizar visitas de valor histórico, pero como ya os comentamos la oferta cultural de Málaga es asombrosa. Personalmente, me quedé con muchas ganas de hacer un poco de turismo de museos de arte y seguramente sería en eso en lo que me centraría en una segunda visita a la ciudad. ¿Cómo lo veis vosotros? ¿Cuál sería vuestra fórmula perfecta para visitar Málaga?