Praga: Varsovia más allá del Vístula

¿Quién nos iba a decir que nuestro viaje por Polonia nos llevaría hasta Praga? Claro, que no hablamos de la ciudad checa sino del barrio de Varsovia que se extiende al otro lado del Vístula. Ahora bien, si os voy a hacer cruzar el río, quizás debería daros primero un buen motivo para hacerlo.

Praga fue fundada en el siglo XIV y era, en el pasado, una ciudad totalmente independiente de Varsovia. Esta independencia acabaría a finales del siglo XVIII, ya que en el año 1791 esta zona pasó a formar parte de la ciudad de Varsovia. Teniendo en cuenta el hecho de que es una parte de la ciudad que se anexionó bastante tarde resulta irónico pensar que, a día de hoy, se trata de la parte más antigua de la ciudad. ¿La razón? Esta zona sobrevivió a la destrucción durante la Segunda Guerra Mundial por lo que muchos de sus edificios se conservan desde antes de la guerra. Desgraciadamente, no podemos decir que todos ellos se conserven en buenas condiciones, pero ya hablaremos de esto. Primero recorramos el barrio.

Mapa con la ruta que hicimos señalada

Nosotros nos estuvimos alojando en Praga durante nuestra estancia en la capital polaca, pero para esta ruta partamos de que salimos del centro histórico de Varsovia.  Podéis llegar a Praga mediante transporte público (nosotros es lo que hacíamos), pero, si os pilla el día con ganas de andar, podéis cruzar el puente que se halla junto al Castillo Real de Varsovia (1). Desde este puente tendréis una panorámica diferente de la Ciudad Vieja.

Se ve la Ciudad Vieja de Varsovia desde el puente. En este lado la orilla del río ha sido totalmente transformada y se ha construido un paseo.

LA “CIUDAD VIEJA” DESDE EL PUENTE

Al llegar al otro lado del puente dejaremos a nuestra izquierda el Parque Praski (2). Este parque fue creado en el siglo XIX y alberga en su interior diversas estatuas y monumentos, así como el Zoo de Varsovia (3). Este parque zoológico fue fundado en 1928 y, aunque no soy partidaria de visitar este tipo de atracciones, no puedo dejar de contaros algunas de las historias de guerra de esta institución. Aunque, en realidad, en lugar de contároslo yo, podríais ver la película “La casa de la esperanza” o, en inglés, “The Zookeeper’s Wife” (¿no os repatea que los títulos traducidos no coincidan con el original?). Esta película está basada en la historia real de Jan Żabiński, el director de este zoológico. Este hombre consiguió salvar a cientos de judíos escondiéndolos en su propia casa y en las jaulas del zoo.

También en el Parque Praski y relacionado con los animales, se puede ver el recinto de los osos (4). En esta isla de hormigón se han criado más de 400 osos antes de ser enviados a zoológicos y circos de todo el mundo. Actualmente viven en este recinto tres osos, aunque nosotros no fuimos capaces de ver a ninguno. Encontrar este tipo de instalaciones en un parque municipal es, cuanto menos, curioso.

En la imagen se ve el interior del recinto de los osos. Se ven piedras y una pequeña cascada.

EL RECINTO DE LOS OSOS ES CURIOSO INCLUSO SIN OSOS

Nuestra siguiente parada es la segunda catedral de Varsovia. Debido a que Praga y Varsovia fueron en su momento ciudades independientes, no nos debe sorprender que a día de hoy Varsovia tenga dos catedrales. En la Ciudad Vieja se encuentra la Catedral de San Juan, mientras que en este lado del Vístula se encuentra la Catedral de San Miguel y San Florián (5), un templo gótico que no os dejará indiferentes. Si bien al principio os decía que el encanto de Praga es que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, en este caso el templo si que fue destruido y tuvo que ser reconstruido tras la guerra.

La fachada de la catedral es de estilo gótico. Destacan sus dos torres.

LAS COMPARACIONES SON ODIOSAS PERO ESTA CATEDRAL ES LA MEJOR DE LAS DOS

Para seguir la línea de las otras rutas por Varsovia, no podíamos seguir nuestro itinerario sin daros, al menos, una recomendación gastronómica. De nuevo optamos por confiar en los míticos bares de leche, en concreto, en el Bar Rusalka (6). Este restaurante conserva el estilo y, lo más importante, los precios económicos de este tipo de restaurantes que se popularizaron durante la República Popular de Polonia.

En la cristalera del bar se lee "Bar Mleczny", es decir, bar de leche

LOS BARES DE LECHE SON UN CLÁSICO

Hecha la recomendación, sigamos con nuestra ruta y de la Catedral católica pasemos a la ortodoxa: la Iglesia de Santa María Magdalena (7). Esta iglesia tiene la fama de ser el templo que mejor huele de todo Praga, pero os mentiríamos si dijéramos que entramos a comprobarlo. Nosotros no vimos la forma de acceder así que seguimos la ruta quedándonos sólo con lo que vimos por fuera (graso error, aunque eso no lo descubrimos hasta después de haber visto las fotos del interior). Esta iglesia fue inaugurada en 1869 y no sólo sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, sino que fue una de las dos únicas iglesias ortodoxas que sobrevivieron a la campaña de demolición de 1920.

Desde aquí nos dirigimos hacia el Bazar Rozyckiego (8), uno de los atractivos que encontraremos en la Calle Targowa. No os negaremos que a primera vista no es un mercado en el que quieras encontrarte cuando empiece a caer la noche, pero se trata del mercado más antiguo de Varsovia y sin duda ejemplifica la esencia del barrio.  Y ya que mencionamos su esencia, quizás es hora de qué hablemos de ella.

Praga se está convirtiendo poco a poco en un barrio bohemio y moderno, en un sitio ideal para hípsters y demás señores con barba. Sin embargo, este periodo de transformación parece no estar afectando a sus calles y mucho menos a sus edificios, que luchan más bien por mantenerse en pie y no por estar a la moda. Este es el ambiente que encontraréis en el Bazar Rozyckiego, pero no hace falta que entréis en él para verlo, basta con mirar a los lados mientras vayáis paseando.

En el centro de la imagen se ve una casa muy deteriorada que se mantiene en pie gracias a que la han apuntalado.

HAY CASAS A LAS QUE, DIRECTAMENTE, SI LES SOPLÁIS SE DERRUMBAN

Se ve otra fachada en mal estado. Hay muchas zonas que han perdido el revestimiento y se puede ver el ladrillo

SI ES QUE SE LES NOTA QUE SON DE ANTES DE LA GUERRA…

¿Esto significa que debáis ignorar la ruta que os hemos contado hasta ahora? Obviamente no, significa todo lo contrario. Significa que hay que visitar Praga, no porque en el futuro quizás no podamos hacerlo (qué también) sino porque visitando sitios a veces tenemos en nuestras manos el poder de que se invierta en ellos. Así que, ¿ayudamos a reconvertir Praga?