Un paseo a pie por Varsovia (Parte 1): la “Ciudad Vieja” y la “Ciudad Nueva”

Como no podía ser de otra manera al hablar de la capital de cualquier país: Varsovia es una ciudad bastante grande y es posible que acabéis recurriendo al transporte público para llegar a algunas de sus atracciones turísticas. Sin embargo, si el día acompaña (nosotros tuvimos que esperar hasta el último día para que eso pasara) vale la pena dejarse de autobuses y confiar en que sólo nuestros pasos nos descubran el encanto varsoviano. Eso sí, usad calzado cómodo porque vienen curvas.

Mapa con la ruta que hicimos en nuestra primera ruta por Varsovia

Qué mejor lugar para empezar cualquier visita a Varsovia que a los pies de la columna del rey Segismundo III Vasa (1), pero ¿por qué? Podríamos intentar resumir la biografía de este rey, que en principio es sueco, pero que acaba reinando en la Confederación Polaco – Lituana y luego perdiendo la corona sueca… pero nos alargaríamos muchísimo. Así que simplemente me tendréis que creer cuando os diga que, aunque como rey fue bastante flojillo, los varsovianos lo adoran por un solo motivo: fue el que trasladó la capital desde Cracovia hasta Varsovia. Los motivos de este traslado son varios e incluyen desde que se quemó el Castillo de Wawel a que Cracovia quedaba un poco a desmano de Lituania. Sea como sea, a este señor le debemos que Varsovia sea capital e, incluso, que siga existiendo hoy en día; por no hablar del enfrentamiento a muerte que inició entre cracovianos y varsovianos.

A la derecha destaca la torre del Castillo Real y a la izquierda la columna de Segismundo

SEGISMUNDO: EL REY FAVORITO DE LOS VARSOVIANOS

A partir de este punto, comenzaremos la ruta por lo que en su día fue el Casco Antiguo de Varsovia. No obstante, no os podemos hablar de la ciudad antigua sin hablaros primero de lo moderna que es. La ciudad de Varsovia fue destruida casi por completo durante la Segunda Guerra Mundial. Entre el Levantamiento del Guetto de Varsovia y el levantamiento de la ciudad unos años después, el 90% de la ciudad quedó convertido en escombros. En este escenario la ciudad podría haber desaparecido del mapa, pero el esfuerzo del pueblo por recuperar su capital hizo que se dedicara mucho esfuerzo (y muchos bienes públicos) en la reconstrucción del Centro Histórico tal y como fue. Nuestra siguiente parada es, sin embargo, uno de los últimos edificios que fueron reconstruidos: el Castillo Real de Varsovia (2).

Después de la Segunda Guerra Mundial, Polonia pasó a estar bajo el dominio comunista, al que, entre nosotros, reconstruir un símbolo de la monarquía le traía un poco al pairo. La cosa se fue alargando y no sería hasta 1971 cuando se comenzaron los trabajos de reconstrucción. Hoy en día, el interior del Castillo puede visitarse y el acceso es gratuito los domingos. El resto de días la entrada cuesta 30 zloty (unos 7,50€).

Sala del castillo decorada de blanco y dorado y con cuadros. En el centro hay una estatua de un atlante cargando un cuerpo celeste sobre los hombros

UNA MUESTRA DE LOS QUE ENCONTRARÉIS SI ENTRAIS AL CASTILLO REAL

De camino a nuestra siguiente parada nos encontramos con una campana de bronce colocada en medio de una plaza. Esta campana sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial por lo que ahora se le atribuye el don de cumplir deseos. El problema es cómo pedir esos deseos. Para algunos basta con dar vueltas a su alrededor tocándola (con tres vueltas parece suficiente, pero a más vueltas más posibilidades), para otros hay que dar esas vueltas a la pata coja y hay quién dice que la campaña sólo entiende polaco, así que el deseo tiene que ser en ese idioma. Sea como sea nosotros lo intentamos, pero si esto último es cierto más nos vale esperar sentados.

Entre fachadas de colores se encuentra una campana en el medio de la plaza

ESTA CAMPANA ES MUY SELECTIVA CON LOS DESEOS QUE CONCEDE

Una vez pedido el deseo, seguimos nuestro camino hasta la Plaza del Mercado (3) o, en polaco, Rynek Starego Miasta.  Esta era la plaza principal de la ciudad, el corazón de Varsovia, pero ahora se ha visto relegada a ser solo una plaza para turistas (una pena, ¿verdad?). En el centro de la plaza os encontraréis con la primera de las sirenas de Varsovia. Esta escultura de bronce, realizada por Konstanty Hegel, hace referencia a la sirena que aparece en el escudo de armas de la ciudad.

La sirena porta un escudo en una mano y enarbola una espada con la otra

LA SIRENA ES EL SIMBOLO DE LA CIUDAD

Antes de entrar en la leyenda que rodea a esta sirena, hay un dato que os puede interesar. Si bien en Wroclaw el juego está en ir buscando enanitos, aquí el reto es buscar a las sirenas que se esconden por toda Varsovia. Esto se debe a que, durante casi un siglo, la sirena se suprimió del escudo y los varsovianos, para rebelarse, fueron colocando imágenes de sirenas por diferentes sitios: puertas, balcones, vidrieras…

Pasemos ahora a relatar la leyenda, en la que, por cierto, se emparenta a esta sirena con, nada más y nada menos, que la sirena de Copenhague. Cuenta la leyenda que ambas sirenas eran hermanas y que, mientras una decidió quedarse en Dinamarca, la otra siguió su camino hacía el Mar Báltico, nadó río arriba el Vístula y decidió quedarse a vivir en Varsovia. Los pescadores de la zona pronto le cogieron cariño y, cuando un comerciante intentó capturarla para ganar dinero a su costa, el hijo de un pescador fue en su rescate. Como recompensa por haberla salvado, la sirena prometió que siempre defendería la ciudad y es por eso que se la representa armada y en actitud de batalla.

Y hablando de batalla… ¿qué tal si pasamos a hablar de las murallas? No se nos ocurre mejor sitio para sacar este tema que la Barbacana (4). Actualmente aquí se concentran los artistas que aprovechan las paredes de la barbacana para exponer su obra, pero en el pasado esta construcción formaba parte del sistema defensivo de la ciudad.

Atravesando este punto, ya fuera de las murallas, entramos en la denominada “Ciudad Nueva”. Este distrito se formó en el siglo XIV y durante un tiempo fue una ciudad completamente independiente de la Ciudad Vieja. Al igual que el resto del Centro Histórico, esta parte de la ciudad también fue arrasada después del Levantamiento de Varsovia (es más, contad que si no os cuento que es original probablemente corrió la misma suerte).

Fragmento de la muralla de ladrillo rojo

LA BARBACANA VISTA DESDE El INTERIOR

En nuestra siguiente parada vamos a empezar a presentaros a algunos de los varios varsovianos ilustres que existen, pues nos dirigimos a la Casa de Marie Curie (5). Confesadnos una cosa, ¿vosotros también creíais que era francesa? Pues no, Maria Salomea Skłodowska nació en Varsovia el 7 de noviembre de 1867, aunque después se mudaría a Paris y conocería a Pierre Curie, el que sería su marido y del que adoptó el apellido. A parte de sus estudios sobre la radioactividad (que, irónicamente, le provocaron la enfermedad que acabó con su vida), Marie descubrió el radio y, ojo al dato, el polonio (sólo por el nombre que le dio a este elemento ya deberíamos haber sospechado que esta señora no era francesa). A estos logros hay que añadir que Marie Curie fue la primera persona en conseguir premios Nobel en dos modalidades distintas (la Física y la Química) y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de Paris.

Fachada de la casa de Marie Curie

LA CASA DE MARIE CURIE

Llegamos al último punto de esta primera parte del post, pero no os confiéis en que eso signifique que queda poco, porque con la historia que viene me podría enrollar bastante (intentaré que no pase). En la Plaza Krasinski, justo al lado del Palacio de Justicia, se alza el Monumento al Alzamiento de Varsovia (6). Este levantamiento no debe confundirse con el Levantamiento del Guetto de Varsovia (del que os hablaré en otro post).

En primer plano se ve el lado malo del levantamiento: un cura haciendo la extrema unción, un hombre saliendo de la alcantarilla... y en la parte de atrás del monumento se ve la expresión heroica del levantamiento

EL MONUMENTO AL LEVANTAMIENDO DE VARSOVIA

El Alzamiento de Varsovia daría para un post entero, pero intentaremos explicarlo brevemente. Este suceso tuvo lugar entre el 1 de agosto y el 2 de octubre de 1944 y fue, probablemente, el mayor acto de rebelión civil contra la Alemania Nazi. ¿El problema? Que si bien consiguieron agarrar a Hitler por los huevillos durante unas semanas (lo siento por la expresión), las tropas nazis acabaron entrando en la ciudad y, como castigo, convirtiéndola en escombros. Podían haber pasado muchas cosas que cambiaran el final, como que las tropas soviéticas hubieran entrado a ayudar o que el resto de ciudades que tenían que rebelarse no se echaran para atrás, pero la realidad fue que no pasó nada de esto y cientos de miles de vidas se perdieron. No podemos cambiar lo que pasó, pero si bien este episodio fue muy doloroso para la historia de la ciudad, también fue un acto de heroísmo por parte de sus ciudadanos. Si queréis saber más sobre el Alzamiento, existe un museo dedicado por completo al tema.

Es un poco triste acabar la ruta por el centro histórico hablando de cómo se destruyó (aunque también es un final bastante lógico) por lo que vamos a añadir un par de recomendaciones gastronómicas en esta zona. Si no entráis en el Castillo es probable que aún no estéis pensando en comer, así que en la segunda parte también haré referencia a algún restaurante, pero si lo hacéis quizás os vengan bien estas indicaciones. En primer lugar, justo al lado de la Barbacana, tenéis uno de los famosos bares de leche. El sitio se llama Pod Barbakanem (4), literalmente “En la Barbacana”.

Fachada del bar de leche

EL BAR EN LA BARBACANA

Sin embargo, si queréis optar por una alternativa vegetariana, caminando un poco desde la última parada encontraréis un restaurante que se llama Vegemiasto (7) y que, además de ser bastante barato (aunque quizás no tanto como el bar de leche), tiene unos platos riquísimos.

Nosotros sí que entramos en el Castillo, así que después de comer en Vegemiasto nos dirigimos de nuevo a la Columna de Segismundo para seguir nuestra ruta. Si queréis seguirla con nosotros, la tendréis en la segunda parte de este post.