Un día en Poznan

Poznan es una de las ciudades con mayor relevancia histórica de Polonia, básicamente porque no en todas las ciudades puedes decir que estás en la cuna misma del Estado Polaco. Sin embargo, a nosotros la ciudad en sí no nos convenció y, a pesar de algunas de las maravillas que esconde, no la recomendaríamos a la ligera. Aun así, y como sabemos que hay gente que, como nosotros, disfruta del mero hecho de estar en un lugar con tanta historia, os traemos nuestra ruta para ver la ciudad en menos de 24 horas.

Poznan es una de las ciudades más antiguas de Polonia y también una de las más grandes, concretamente la quinta más grande en términos de población. Esto se hace patente en muchos aspectos, pero el que más nos repercute a nosotros es en el de las distancias. Si bien en otras ciudades nos recorremos muchos más kilómetros encantados, aquí os confesaremos que los que hicimos se nos hicieron muy pesados. Probablemente el motivo fue que entre una parada y la siguiente no veíamos nada que nos llamase la atención. Así que, como no le vemos el sentido a marcaros calles por marcar, en esta ruta veréis solo varios puntos dispersos en el mapa. Entre ellos tendréis que usar la imaginación o el transporte público.

Mapa con la ruta que hicimos marcada

* ADVERTENCIA SOBRE EL MAPA: PARECE CERCA, PERO NO LO ES, LAS DISTANCIAS AQUÍ ENGAÑAN MUCHO NO, MUCHÍSIMO

Si bien lo lógico sería empezar por el centro de la ciudad, nosotros decidimos dejar la Plaza del Mercado para el mediodía y empezar la mañana visitando el Citadel Park (1), el parque municipal más grande de Poznan. Volvemos a chocarnos con un «Parque de la Ciudadela», cosa que empezamos a pensar que es bastante común. Cómo en todos los otros casos, estamos ante un parque que abarca los terrenos que antes ocupaba una fortificación militar, en este caso prusiana.

Totalmente integrados con la vegetación encontramos está sucesión de arcos que pertenecían a la fortaleza derruida

EL NOMBRE DEL PARQUE NOS DA UNA PISTA DE SU USO ANTERIOR

La Fortaleza de Winiary, que es como se llamaba, fue construida en el siglo XIX, concretamente entre los años 1828 y 1839; y fue destruida casi por completo en el año 1945. En 1962 se empezó a plantear la idea de crear aquí un parque y hoy en día, en las más de 100 hectáreas que ocupa dicho parque, podemos encontrar dos museos, un cementerio militar y múltiples monumentos. Sin duda podríamos haber pasado aquí toda la mañana, pero nuestro objetivo era ver la ciudad completa antes de las cuatro de la tarde, así que tocaba seguir.

Frente a la entrada del museo hay aparcados 4 tanques

DENTRO DEL CITADEL PARK ESTÁ EL MUSEO DEL ARMAMENTO

Jardín escalonado en torno a un pequeño estanque

EL PARQUE INCLUÍA TODA CLASE DE ATRACTIVOS

Nuestro siguiente destino es la isla de Ostrów Tumski, la Isla de la Catedral (2). La Catedral de Poznan fue la primera catedral construida en Polonia y se remonta al siglo X (aunque el edificio actual no se remonta a tan lejos). En esta catedral reposan los restos de Mieszko I, primer príncipe, del que se tenga constancia, de Polonia.

Se ve la catedral con sus dos torres. La calle estaba cerrada porque había una carrera y también se ven las cintas y a algunos corredores

EN LA ISLA DE LA CATEDRAL NOS TROPEZAMOS CON UNA CARRERA

Además de la Catedral, en esta isla se encuentran otros edificios religiosos como la Iglesia de la Virgen Santísima (3). Este templo, que data del siglo del siglo XV, se levanta sobre el lugar donde habría estado el antiguo palatium, la residencia de los príncipes de Polonia en el siglo X.

Después de callejear por la isla, llega el momento, por fin, de ir al centro de Poznan: a la Plaza del Mercado o, en polaco, Stary Rynek (4). Esta es la tercera Plaza Mayor más grande de Polonia y en ella se concentran muchos de los atractivos principales de la ciudad.

En primer plano tenemos la estatua de Apolo con una lira, detrás las casas de colores y más atrás el ayuntamiento

LA PLAZA DEL MERCADO ES EL MAYOR ATRACTIVO DE POZNAN

En primer lugar, hablemos del porqué de nuestra decisión de dejar la visita a la Plaza para el medio día. Nuestra idea era llegar a tiempo para ver a los dos carneros del reloj del Ayuntamiento batirse en duelo a las 12:00 horas. La realidad es que nos entretuvimos tanto en otros sitios que no nos dio tiempo a ver el espectáculo, pero no por ello os vamos a dejar sin la historia. La leyenda cuenta que el cocinero que tenía que servirle la comida al gobernador tuvo un pequeño desliz en la cocina y se le quemó el ciervo que estaba cocinando. Pensando que se enfadarían con él, decidió no servirlo y en su lugar cocinar dos carneros, con la mala suerte de que éstos se le escaparon y se pusieron a pelear entre sí delante del Ayuntamiento. Este espectáculo no sólo no enfadó al gobernador, sino que sirvió de tal entretenimiento para su corte que mandó instalar dos cabras metálicas que repitieran el espectáculo cada día.

La fachada del ayuntamiento está pintada y tiene tres filas de arcos. Delante se ve la picota

SOBRE EL RELOJ DEL AYUNTAMIENTO DESCANSAN LOS DOS CARNEROS

Ahora que conocéis la leyenda, toca hablar del edificio en sí. El Ayuntamiento o Ratusz es el edificio más importante de la plaza y alberga en su interior el Museo de Historia de Poznan. Se trata de una visita muy recomendable, no por el museo en sí, sino porque nos brinda la oportunidad de visitar salas tan espectaculares como el Gran Salón o la Cámara del Tribunal.

En frente de la fachada del Ayuntamiento descubrimos otros dos hitos de la plaza: la picota, un poste al cual se ataba a los delincuentes; y la fuente de Proserpina. Esta fuente forma parte del conjunto de cuatro fuentes que ocupan las cuatro esquinas de la plaza. Las otras tres representan a Apolo, Neptuno y Marte, mientras que esta representa a la diosa Proserpina, que quizás os suene más si os la equiparo con la diosa griega Perséfone.

Estatua en la que se ve al dios del inframundo raptando a Proserpina. En el borde de la fuente hay estatuas de querubines

EN LA FUENTE ESTÁ REPRESENTADO EL RAPTO DE PROSERPINA

Por si esto no ha sido suficiente para refrescaros la memoria, no os preocupéis, que ya sabéis lo que me gusta a mí contar estas historias. Eso sí, como a mí me gusta más la versión griega, os contaré el mito de Perséfone, y ya lo adaptaréis vosotros, si queréis, cambiando los nombres de los dioses. Según el mito, Perséfone estaba recogiendo flores en el campo cuando, de repente, apareció Hades para raptarla y llevársela al Inframundo. Su madre, Deméter, diosa de la agricultura, estaba tan desesperada por encontrar a su hija que la tierra dejó de ser fértil. Zeus (que, por cierto, también era el padre de Perséfone) empezó a preocuparse y decidió obligar a Hades a devolver a Perséfone. Hades, que es un hombre con recursos, consiguió engañar a Perséfone para que antes de dejar el Inframundo se comiese unas semillas de granada, lo que la obligaba a pasar cada año unos meses con él en el Inframundo. De esta manera se explican las estaciones, puesto que, cuando Perséfone está con su madre, de la tierra brotan los frutos en abundancia, mientras que cuando está en el Inframundo la tierra es estéril.

Estatua de Neptuno con su tridente frente a las fachadas de colores que rodean la plaza

A PARTE DE PROSERPINA, HAY OTROS DIOSES CON FUENTE EN LA PLAZA

Por último, en el centro de la plaza se encuentra, también, las Casas de los Budnik, un conjunto de casas de colores bajo cuyas arcadas se concentraban antiguamente los puestos de productos tradicionales. Actualmente se siguen poniendo puestos bajo estas arcadas, pero ya sólo se dedican a la venta de souvenirs.

Fachadas de colores: rojo, naranja, lila, verde, marrón...

AHORA LOS ÚNICOS PUESTOS SON LOS DE SOUVENIRS

Saliendo de la Plaza del Mercado por la calle Świȩtosławska, nos encontraremos de lleno con la Iglesia de San Estanislao, también conocida como Fara (5). Este templo es una de las iglesias barrocas más monumentales de Polonia, por lo que no dejéis de visitarlo por dentro. Tanto la Iglesia, como el Colegio que se encuentra a su lado, son obra de la Orden de los Jesuitas.

Llegados a este punto, y cómo el hambre empezaba a notarse, pasamos por un restaurante que os recomendamos encarecidamente: el Pyra Bar (6). En este restaurante todos los platos tienen algo en común: llevan papas. Bueno, y tienen otra cosa en común, están riquísimos. El precio es muy económico, la carta también está en inglés y tienen opción vegetariana, ¿qué más podemos pedirle?

Con los estómagos llenos, y después de recoger las mochilas, tocaba poner rumbo a la estación y aprovechar de camino para hacer una última parada: el Castillo Imperial (7). Esta residencia imperial fue construida por el emperador Guillermo II de Alemania, el mismo que se vio envuelto en esa “pequeña trifulca” que fue la Primera Guerra Mundial. Tras este conflicto, el Imperio alemán se disolvió y este castillo pasó a ser la Facultad de Matemáticas de la Universidad de Poznan. Una curiosidad: aquí estudiaron los matemáticos que descifraron la máquina Enigma. Actualmente el castillo acoge una amplia oferta cultural puesto que incluye salas de exposiciones, salas de conciertos, un cine…

Por fuera mantiene el aspecto de un castillo hecho con piedra amarilla y con tejados de pizarra grisácea

EL CASTILLO DE GUILLERMO II DE ALEMANIA

Con esto pusimos fin a nuestra visita a la ciudad, un enclave cargado de historia y que nos ha regalado postales muy bonitas, pero del que no terminamos de salir con buen sabor de boca. ¿Os ha pasado esto alguna vez? ¿Habéis visitado alguna ciudad de las que os llevarais fotos preciosas, pero que no os gustó mientras la recorríais?