Qué ver en Edimburgo en 2 días

Después de nuestro paso por Glasgow, continuamos nuestro viaje por Escocia adentrándonos en la que se ha convertido en nuestra ciudad favorita del país: Edimburgo. Si bien para Glasgow nos quedamos a gusto después de dedicarle un día, en el caso de Edimburgo os adelantamos que un día se os quedará muy corto, por lo que os recomendamos dedicarle un poquito más y pasar al menos 2 días recorriendo la ciudad (e incluso así os quedarán cosas pendientes para una segunda visita). Son tantas las historias y leyendas que esconde esta ciudad que os avanzamos que se viene un post larguito, así que poneos cómodos si queréis acompañarnos en esta ruta de 2 días por la capital de Escocia.

Antes de entrar de lleno en la ruta, no podemos dejar de hablar primero de uno de los básicos para moveros por la ciudad: saber cómo llamarla. En general el acento escocés es complicadillo, y 2 días se os quedaran muy pero que muy cortos para llegar a controlarlo, pero al menos tenéis que llegar a la ciudad sabiendo decir Edimburgo. Al ver el nombre de la ciudad escrito en inglés es normal que queramos leer la g en Edinburgh, pero olvidaos de ella, en su lugar tenéis que decir algo más parecido a «Edimbra». Haced bien el oído a cómo lo dicen los locales y seguro que os acaba saliendo de manera natural. Dicho esto, ya nos podemos meter de lleno a descubrir qué ver en Edimburgo en 2 días.

Día 1: Old Town

Empecemos por el principio. Cuando hablamos del centro histórico de Edimburgo lo normal es distinguir entre la Old Town y la New Town, aunque en esta ruta os hablaremos también de otras zonas de la ciudad. Nosotros dedicamos el primer día de la ruta a recorrer la Old Town y reservamos el segundo para visitar la New Town y algunos barrios periféricos. Obviamente este orden se puede modificar tanto como queráis y dentro de la ruta del primer día también es posible modificar el sentido sin problema, aunque en ambos casos el eje que seguiremos será el mismo: la Royal Mile.

La Royal Mile es la calle más importante de la Old Town y entorno a ella encontraremos la mayoría de los monumentos turísticos de la ciudad. Esta vía conecta dos residencias reales, el Castillo de Edimburgo y el Palacio de Holyrood. Esta función conectando dos edificios tan importantes para la realeza explica que la primera mitad de su nombre y seguro que ya habréis adivinado que la segunda parte le viene dada por la longitud de la via: concretamente una milla escocesa (1,8 km). En nuestra primera visita a la ciudad, nosotros recorrimos la Royal Mile de este a oeste, por lo que en esta ocasión nuestro recorrido comienza en el Palacio de Holyrood. Nuestro único motivo para hacer la ruta en este sentido fue la ubicación de nuestro alojamiento, y después de nuestra segunda visita a Edimburgo nos hemos dado cuenta que quizás no sea el sentido más común para recorrer la ciudad. Como lo hecho, hecho está, hemos preferido no cambiar por el completo el orden al actualizar la entrada, pero os recomendamos leerlo de abajo a arriba si vuestra ruta comienza en el Castillo de Edimburgo. Dicho esto, hablemos de nuestra primera parada del día.

Palacio de Holyrood

El Palacio de Holyroodhouse o, simplemente, Palacio de Holyrood (1) es, actualmente, una de las múltiples residencias que tiene la Reina a lo largo del país. Esta función se mantiene a día de hoy, lo que puede afectar a los horarios de visita, pero este solar no siempre ha tenido una función residencial. En un primer momento, allá por el siglo XII, en estos terrenos se fundó un monasterio, del cuál aún quedan sus ruinas en la parte trasera del actual palacio. Esta abadía, empezó a utilizarse como sede de las coronaciones reales a partir del siglo XV y en este mismo siglo se construyó el primer palacio, en esos momentos residencia de los reyes y reinas de Escocia.

Ruinas de la Abadia de Hollyrood desde el jardín trasero
RUINAS DE LA ANTIGUA ABADÍA

Como os comentábamos, el Palacio de Holyrood sigue siendo la residencia oficial de la Reina durante sus visitas a la ciudad de Edimburgo y esto puede afectar a los horarios de apertura del palacio, por lo que os recomendamos comprobar si el palacio estará abierto antes de vuestra visita. Personalmente, nosotros no llegamos a visitar el interior del palacio por lo que no os podemos decir si el precio de la entrada (unas 17,50£ por persona en 2022) vale la pena. Ya veréis que existen varias atracciones a las que al final optamos por no entrar porque nos parecían precios muy elevados, pero no queremos decir con ello que no puedan ser visitas muy recomendables. Si vosotros habéis entrado y lo recomendáis nos encantaría saberlo, así que no dejéis de contárnoslo en la sección de comentarios.

Palacio de Holyrood desde una de las entradas laterales
PALACIO DE HOLYROOD

A pocos metros del Palacio de Holyrood se encuentra el Parlamento Escocés (2), un edificio mucho más moderno pero que no deja de llamar la atención por su arquitectura. Además de por ser un edificio tan llamativo, otro de los motivos por los que vale la pena dedicarle un poco de nuestra atención es por mero orgullo patrio, ya que el edificio es obra de un arquitecto catalán: Enric Miralles. Si habéis estado en Barcelona quizás os suene su nombre por ser el responsable de la obra de rehabilitación del Mercat de Santa Caterina.

Iglesia de Canongate y tumba de Adam Smith

Si seguimos nuestro ascenso por la Royal Mile en dirección al Castillo de Edimburgo, otro de los edificios que nos llamaran la atención es la Iglesia de Canongate (3) o, en inglés, Canongate Kirk. Esta iglesia fue construida en 1688 para acoger a los fieles de la Abadía de Holyrood después de que esta pasase a ser la capilla de la Orden del Cardo. La Orden del Cardo es una orden católica, mientras que los fieles de la abadía eran protestantes, con los que era irreconciliable compartir ese espacio y se tuvo que construir una nueva iglesia cerca de la anterior. La iglesia en sí es un buen ejemplo de como es un templo protestante presbiteriano, aunque para nosotros el aspecto más llamativo de esta iglesia no es su interior, bastante sencillo y austero, sino su cementerio.

Fachada de la Iglesia de Canongate
IGLESIA DE CANONGATE

Como os comentábamos, vale la pena pasear por el cementerio de Canongate. Esta afirmación es cierta para todos los cementerios que encontréis en Edimburgo y en esta ruta hablaremos de más de uno, por distintos motivos. En esta ocasión, lo que más destaca de este cementerio es ser el lugar de sepultura de uno de los economistas más conocidos de nuestra historia: Adam Smith. Adam Smith es considerado el padre de la economía moderna y es el autor de la obra «La riqueza de las naciones». Para encontrar su tumba sólo tenéis que seguir el camino de baldosas que llevan su nombre, aunque os animamos a recorrer el resto del cementerio en busca de otras tumbas de personajes celebres menos conocidos como el poeta Robert Fergusson. A este último podréis ponerle cara gracias a una escultura en su honor justo a la entrada de la Iglesia de Canongate.

Baldosas que señalan el camino a la tumba de Adam Smith
LAS BALDOSAS DE ADAM SMITH

Antes de seguir nuestro camino por la Royal Mile, no podíamos retrasar más el momento de hablaros de los famosos «closes» de Edimburgo. A lo largo de toda la Royal Mile veréis toda una serie de estrechos callejones que se abren a ambos lados de la calle. Estos callejones suelen llevar a patios de vecino con más o menos encanto, y en este tramo de nuestra ruta se encuentra uno de los que más nos sorprendió: el Dunbar’s Close. Este callejón se encuentra justo al lado de la Iglesia de Canongate y lleva a un pequeño jardín en el que podéis parar a descansar un poco si estáis haciendo la ruta en sentido opuesto (si la estáis haciendo en el mismo sentido que nosotros creo que aún no habréis tenido tiempo a cansaros, pero ya llegará ese momento).

Entrada al jardín de Dunbar's Close
DUNBAR’S CLOSE

Museo de la Infancia

Para nuestra siguiente parada tendremos que seguir recorriendo la Royal Mile hasta el final del mundo. Y no lo decimos porque sea un camino muy largo, sino porque literalmente nuestro punto de referencia será el pub The World´s End (4), literalmente el fin del mundo. Esta parada no la hacemos sólo para meter la broma (que también), sino porque este pub se encuentra a la altura a la que se encontraba la antigua muralla de la ciudad. En el siglo XVI, tras la batalla de Flodden que enfrentó a tropas de Escocia e Inglaterra y que se saldó con la muerte del rey Jacobo IV de Escocia, se recurrió a amurallar la ciudad de Edimburgo como medida de protección. Aún se pueden ver restos de esta muralla, conocida como el Flodden Wall en el cementerio de Greyfriars, del que hablaremos más tarde, pero una de las entradas de esta muralla se encontraba aquí. Para los habitantes de la ciudad en esta época atravesar estas puertas significaba salir de su mundo y de ahí le viene el nombre a este pub. Ya os avanzamos que en Edimburgo nos encontraremos con otros bares que pretenden darnos lecciones de historia con sus nombres, pero por ahora sigamos con nuestra ruta.

En la misma manzana del pub se encuentra también el Museo de la Infancia (5), un museo al que nosotros entramos el segundo día, pero del que, por su ubicación, vale la pena que os hablemos ahora. Antes de entrar a explicar la colección del museo, tenemos que aclarar que esta no es una parada que consideremos imprescindible. Nosotros decidimos añadirla a nuestra ruta por pura curiosidad y por ser un museo totalmente gratuito, pero si no contáis con tiempo de sobra os recomendamos prescindir de la visita. Este museo fue el primer museo del mundo dedicado a la historia de la infancia y su colección esta formado por juguetes y juegos que marcaron la infancia de diferentes generaciones de niños.

Tron Kirk

Conforme vamos avanzando en nuestro camino por la Royal Mile hacia el Castillo de Edimburgo nos vamos encontrando una mayor concentración de sitios de los que vale la pena hablar, aunque sea un poco (ya os advertía que sería un post largo). Nuestra siguiente para está a pocos metros del Museo de la Infancia y se trata de la Iglesia de Tron o Tron Kirk (6). Esta templo fue utilizado como iglesia entre los años 1648 y 1952, aunque actualmente su uso ha cambiado totalmente. Durante nuestra primera visita a la ciudad, esta antigua iglesia acogía un mercadillo diario, el Royal Mile Market, aunque durante nuestra segunda visita a Edimburgo nos dimos cuenta de que el mercadillo había cerrado. Al parecer cerró para llevar a cabo trabajos de restauración y no sabemos cuál será la nueva vida que se le dé al edificio cuando vuelva a estar abierto al público.

Catedral de St Giles

Sigamos hablando de iglesias, pero esta vez hablemos de la que es la iglesia más importante de la ciudad: la Catedral de St Giles (7). A esta catedral también se la conoce como la High Kirk of Edinburgh (Gran Iglesia de Edimburgo), un nombre mucho más acertado si tenemos en cuenta que la Iglesia de Escocia carece de la figura del obispo y por lo tanto no cuenta con catedrales propiamente dichas. Como este templo si que fue catedral antes de la reforma, se la sigue conociendo como Catedral de St Giles, aunque catedral no sea su título oficial. Este templo fue erigido sobre un antiguo santuario del siglo IX y está consagrada a San Gil, patrón de los leprosos. El exterior de la iglesia fue remodelado en varias ocasiones, pero el elemento arquitectónico que más llama la atención es su cúpula en forma de corona real. Se puede visitar el interior de forma gratuita aunque hay que pagar un permiso de 2£ si se quiere sacar fotos en el interior. Nosotros no lo pagamos, así que sólo os podemos compartir fotos del exterior del edificio.

Exterior de la Catedral de St Giles
CATEDRAL DE ST GILES

Como os comentábamos, en este tramo de la Royal Mile se acumulan muchos monumentos de interés, con lo que os hablaremos aquí de los monumentos que encontraréis entorno a la Catedral de St Giles y los rituales que acompañan a varios de ellos. Para empezar, si estáis aún en vuestra etapa estudiantil, no dejéis de tocar el dedo gordo del pie de David Hume. Y es que, por lo que cuentan, frotarle el dedo del pie a este famoso filosofo escocés trae suerte en los estudios, aunque podéis ponerlo a prueba también para gozar de buena fortuna en general. Nosotros os adelantamos que cumplimos con este ritual, pero no con el que os contaremos a continuación.

Estatua de David Hume con el dedo que hay que tocar en primer plano
ESTATUA DE DAVID HUME

Para encontrar el siguiente punto del que os hablaremos es importante ir mirando al suelo, ya que lo que estamos buscando es un mosaico en el pavimento junto a la entrada de la Catedral de St Giles. Hablamos del corazón de Midlothian, un mosaico sobre el que, según marca la tradición, hay que escupir.  La verdad es que nosotros no íbamos con la intención de ir escupiendo sobre el pavimento escocés así que nos saltamos este ritual, pero no por no haberlo hecho vamos a dejar de contaros el origen de esta peculiar tradición. Este mosaico marca el lugar en el que se encontraba la antigua prisión de la ciudad, por lo que hay dos teorías sobre cómo pudo iniciarse esta tradición. Por un lado, puede que fueran los propios ciudadanos los que escupiesen en la entrada como muestra de su repulsión por la prisión o bien que los que escupiesen fuesen los prisioneros que salían libres y no tenían mejor forma de expresar su descontento con la institución en la que habían estado encerrados. ¿Vosotros cuál de las dos historias creéis que pudo ser el origen de esta tradición? Y lo más importante, ¿escupirías en el corazón?

Mosaico del corazón de Midlothian
CORAZÓN DE MIDLOTHIAN

Antes de pasar a nuestra siguiente parada de la ruta, no podíamos dejar de mencionar uno de los lugares que nos quedaron pendientes en nuestro paso por Edimburgo. Durante nuestra segunda visita a la ciudad quería quitarme la espinita de no haber entrado en el Mary King’s Close, pero el precio nos pareció un poco excesivo. El Mary King’s Close es un callejón subterráneo que fue clausurado y reabierto al público en 2003. Durante la visita guiada a esta atracción turística, se cuentan verdaderas historias de terror basadas en personas reales que vivieron en este callejón. Como os decíamos, en esta segunda ocasión optamos de nuevo por no entrar, pero quizás a la tercera va la vencida porque a pesar del precio (19,50£ por persona en 2022) creo que puede ser una experiencia chula.

Castillo de Edimburgo

Nos acercamos al tramo final de la Royal Mile, pero antes de hablaros del Castillo de Edimburgo, queremos hablaros de otro de los closes que no podíamos dejar de mencionar: el Lady Stair’s Close. Este callejón lleva a un patio en el que se encuentra el Museo de los Escritores, un museo al que nos hubiera encantado entrar en nuestra segunda visita a Edimburgo pero se encontraba cerrado temporalmente por la pandemia. Este museo es un imprescindible para los amantes de la literatura escocesa, pero al ser un museo de entrada gratuita creemos que vale la pena acercarse para visitar por dentro el edificio y para añadir un par de lecturas nuevas a nuestra lista de libros por leer.

MANSIÓN DE LADY STAIR, SEDE DEL MUSEO DE LOS ESCRITORES

Hecha esta mención, nos toca hablar del último de los monumentos que visitaremos en la Royal Mile: el Castillo de Edimburgo (8). El Castillo de Edimburgo es uno de los monumentos más visitados de la ciudad, por lo que nosotros no dejamos pasar la oportunidad de visitarlo en nuestra primera visita a la ciudad. Después de haberlo visitado por dentro, tengo que decir que salí un poco decepcionada de la visita. Eso no significa que no sea una visita «imprescindible» pero creemos que teniendo en cuenta el precio (unas 18£ por persona en 2022) vale la pena pensarse si entrar o no. Nosotros en nuestro segundo viaje por Escocia tuvimos la ocasión de visitar también el Castillo de Stirling y personalmente os recomendamos mucho más este último, con lo que si os estáis planteando visitar también otros pueblos durante vuestro viaje quizás vale la pena priorizar otros castillos antes que este. Dejamos la decisión en vuestras manos y centrémonos ahora en hablaros del castillo en sí.

Explanada de acceso al Castillo de Edimburgo
CASTILLO DE EDIMBURGO

El Castillo de Edimburgo se levanta sobre la escarpada colina de Castle Hill, que dota al castillo de una protección natural e impide el acceso al castillo por tres de sus lados. Esto quiere decir que sólo es posible acceder al castillo desde la Royal Mile, pero no podéis dejar de rodear el castillo por debajo para obtener vistas mucho más impresionantes de la fortaleza. El acceso al castillo se realiza a través de una amplia explanada por la que podréis pasear sin necesidad de adquirir entrada, pero, como os comentábamos, para acceder al castillo en sí hay que pagar.

CASTILLO DE EDIMBURGO DESDE LOS JARDINES DE PRINCES STREET

En el interior del castillo se pueden visitar varias exposiciones en las que se exponen objetos de gran valor histórico como las Joyas de la Corona escocesa, entre las que se incluye la famosa Piedra del Destino. Esta piedra tuvo un papel clave en la coronación de los reyes escoces y hoy en día sigue jugando un papel de igual importancia en el ritual de coronación de los reyes ingleses. Esta piedra estaba en mano de estos últimos cuando en 1950 fue robada por unos jóvenes escoceses que querían devolver la piedra a Escocia. La piedra fue recuperada a tiempo para la coronación de la reina Isabel II de Inglaterra en 1953 y no sería hasta 1996 que la piedra volvería a Escocia, esta vez de manera oficial. Desde entonces la piedra reside en el Castillo de Edimburgo con la condición de que vuelve a la Abadía de Westminster cuando sea necesaria para la siguiente coronación.

Además de esta exposición, también es posible ver el Memorial Nacional de la Guerra de Escocia, la Capilla de Santa Margarita y varios cañones interesantes como el que anuncia la una en punto del mediodía cada día (excepto el domingo) o el Mons Meg, un enorme cañón de asedio del siglo XV. En total calculad unas 3 horas para ver recorrer todas las estancias y exposiciones del castillo.

Grassmarket y Victoria Street

Aunque hemos llegado al final de la Royal Mile, eso no significa que hayamos acabado nuestro primer día de ruta. Aún nos queda hablar de un par de puntos al sur de la Royal Mile, como la plaza de Grassmarket (9) o la pintoresca calle de Victoria Street (10).

Empecemos por la plaza de Glassmarket y en esta ocasión retomaremos el tema de los nombres de los pubs como lección de historia. La zona de Grassmarket debe su nombre a que era el lugar en el que se celebrara el mercado agrícola desde el siglo XIV, aunque el nombre de algunos de los pubs que rodean la plaza hacen referencia a un lado más oscuro de su historia. Entre los años 1660 y 1784, este era también el lugar en el que se celebraban las ejecuciones públicas. El pub The Last Drop, por ejemplo, hace referencia al método que era empleado en estas ocasiones, ya que la última caída a la que hace referencia su nombre no es otra que la caída de la horca. Sin embargo, esto no fue del todo cierto en el caso de Maggie Dickson. Maggie Dickson fue condenada a ser colgada en la horca en 1724, pero tras cumplir su condena, y para el asombro de todos los presentes, Maggie despertó de camino al cementerio. Como técnicamente ya la habían colgado por asesinato no podían volver a colgarla por el mismo crimen, con lo que Maggie pudo seguir con vida después del incidente y hoy también da nombre a uno de los pubs que rodean Grassmarket.

Desde Grassmarket, nos adentramos en una de las calles más pintorescas de la ciudad: Victoria Street. Esta calle fue construida entre 1829 y 1834 con el objetivo de mejorar la conexión entre los dos niveles en los que se divide la ciudad en esta zona. Estas diferencias de nivel se aprecian muy bien en esta zona, en la que por encima de las casitas de colores se pueden ver las terrazas de los locales del nivel superior. La calle en sí es preciosa y acoge tiendas para todos los gustos, pero nosotros nos vamos a centrar concretamente en una para empezar a hablar de otro de los grandes protagonistas de la ciudad: Harry Potter. J.K. Rowling vivía en Edimburgo en el momento en el que escribió Harry Potter y la Piedra Filosofal, por lo que Edimburgo esconde muchos lugares que sirvieron de inspiración del universo mágico que a marcado la infancia de miles de personas (entre otras la mía). En este sentido, Victoria Street se ha ganado la fama de ser una de las fuentes de inspiración en la creación del Callejón Diagon. Si os gusta el universo de Harry Potter no dejéis de visitar la tienda Museum Context, en el numero 40 de Victoria Street, una tienda especializada en la venta de merchandising de la saga.

Fachadas de colores de Victoria Street
VICTORIA STREET

Y ya que hemos empezado a hablar de Harry Potter, os recomendamos seguir caminando por Victoria Street hasta el George IV Bridge, calle en la que se encuentra The Elephant House (11). Esta cafetería se ha convertido en una de las cafeterías más famosas de la ciudad debido a que fue el lugar desde el que J.K. Rowling escribió la mayor parte del primer libro de la saga.

Cementerio de Greyfriars

Si seguimos por George IV Bridge en dirección al sur de la ciudad, enseguida nos tropezaremos con el protagonista de nuestra siguiente visita: el perrito Bobby. La historia de este perrito está muy ligada al cementerio de Greyfriars (12) , lugar en el que descansan sus restos y los de su amo. Este pequeño terrier era el perrito del agente de policía John Gray. John murió de tuberculosis en el año 1858 y fue enterrado en el cementerio de Greyfriars, lugar en el que vivió Bobby hasta su muerte porque no quería separarse de su dueño. Este perrito se ganó la simpatía de los habitantes del barrio, que se aseguraron de cuidar de él durante los 14 años que esperó junto a la tumba de su amo. Bobby falleció en 1872 y fue enterrado en este mismo cementerio, así que no dejéis de visitar su tumba durante vuestro paseo por el cementerio.

Estatua del perrito Bobby
GREYFRIARS BOBBY

Además de visitar la tumba de Bobby, y retomando la temática de Harry Potter, no podéis dejar de buscar también la tumba de Thomas Riddell. J.K. Rowling no sólo se inspiró en los lugares por los que paseaba en Edimburgo sino que también tomó prestados muchos nombres de este cementerio, incluido el nombre de nacimiento del mismísimo Lord Voldemort. Como veis la ciudad esta plagada de rincones que guardan una estrecha relación con el universo de Harry Potter y la mejor manera de descubrir muchos de ellos es a través del free tour temático de Harry Potter.

Museo Nacional de Escocia

Otra de las atracciones que encontraréis en la calle de George IV Bridge es el Museo Nacional de Escocia (13). Este museo es enorme y engloba tantos temas que hará las delicias de todo tipo de viajeros. Toda un ala del museo esta dedicada a la Historia de Escocia, pero también abarca una exposición de historia natural, una enorme colección de objetos de otras culturas del mundo y una sección de ciencia en la que podréis ver, entre otras cosas, a la oveja Dolly, el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta. A nosotros nos recordó mucho al museo de Kelvingrove en Glasgow, pero creemos que ambos merecen la pena a pesar de tener temáticas muy similares. La visita es totalmente gratuita y desde la última planta se puede disfrutar de las vistas a la ciudad, aunque de vistas hablaremos más en detalle en nuestra siguiente parada.

Exposición de ciencia del Museo Nacional de Escocia
MUSEO NACIONAL DE ESCOCIA

Arthur’s Seat

A lo largo de esta ruta hemos hecho un poco de trampa y os hemos hablado en detalle de sitios a los que entramos en el segundo día, por lo que es probable que esta última parada no os termine de cuadrar si habéis seguido el itinerario como os lo hemos contado. Aún así, como para nosotros está si que fue una parada que hicimos el primer día, no podíamos dejar de incluirla en esta parte del itinerario. Nuestra recomendación es que si os sobra un poco de tiempo durante vuestra estancia en la ciudad y queréis disfrutar de unas buenas vistas de todo Edimburgo, subáis al Arthur’s Seat (14).

Vistas de Edimburgo
VISTAS DESDE ARTHUR’S SEAT

Esta montaña, de 251 metros de altura, es uno de los mejores miradores de la ciudad, ya que desde su cima podréis ver Edimburgo al completo. Tened en cuenta que para visitar este mirador necesitáis reservar al menos unas 2 horas, llevar calzado cómodo y ropa de abrigo, que en la cima refresca.

Además de las vistas, que por si solas son motivo de peso para subir, Arthur’s Seat también esconde un misterio sin resolver del que no podíamos dejar de hablaros. En esta montaña se encontró una colección de 17 ataúdes en miniatura, que pueden verse actualmente en el Museo Nacional de Escocia. Este hallazgo ha dado lugar a muchas especulaciones sobre su posible significado, por lo que os vamos a hablar de una de las posibles explicaciones. Para ponernos en contexto tenemos que saber que durante el siglo XVIII y principio del siglo XIX, era muy habitual en Edimburgo el robo de cadáveres para venderlos a la escuela de medicina. Tanto era así, que aún hoy se pueden ver barrotes de metal sobre algunas tumbas de la ciudad como medida preventiva ante estos robos. A principios del siglo XIX, estos crímenes fueron un paso más allá con la aparición de Burke y Hare, que en lugar de robar cadáveres en los cementerios decidieron que era más fácil si ellos mismos iban matando a gente para vender sus cuerpos a la ciencia. Puede que sea una simple coincidencia pero el número de ataúdes en miniatura encontrados en Arthur’s Seat coincide con el número de víctimas de estos famosos asesinos, con lo que muchas teorías apuntan a que ambos hechos estén relacionados.

Con esta historia escalofriante y unas muy buenas vistas de Edimburgo, nosotros nos despedimos de nuestro primer día de ruta y nos fuimos a recargar las pilas para nuestro segundo día en la ciudad.

Día 2: New Town

Llegamos al segundo día de nuestra ruta, pero no os preocupéis que eso no significa que estemos justo ahora en la mitad de este artículo. En realidad esta segunda parte de la ruta es mucho más corta, con lo que os deja tiempo para volver a los puntos del primer día que sólo os diera tiempo a ver por fuera. En nuestro caso, el segundo día visitamos por dentro lugares como el Castillo de Edimburgo o el Museo de la Infancia, pero en esta parte de la ruta nos centraremos en hablaros de los puntos que visitamos en la New Town.

Calton Hill

Si bien acabamos nuestro primer día de ruta visitando uno de los mejores miradores de la ciudad, probablemente el que se lleva el título del mejor mirador de Edimburgo sea Calton Hill (1). Esta colina, situada al este de la New Town, no destaca sólo por sus vistas al resto de la ciudad, sino por la cantidad de monumentos que podemos encontrar en ella, ¿los repasamos?

Vistas de la ciudad de Edimburgo desde Calton Hill
VISTAS DESDE CALTON HILL

Empezaremos hablar del monumento que primero nos llamó la atención a nosotros: el Monumento a Nelson. Esta torre conmemorativa se construyó entre 1807 y 1815 en honor al Vicealmirante Nelson tras su victoria en la Batalla de Trafalgar. Esta gran torre, de 32 metros de alto, fue lo primero que nos llamó la atención pero no lo único ya que justo al lado nos encontramos el inmenso Monumento Nacional. Este monumento, cuyo diseño imita a los templos griegos, se empezó a construir como homenaje a los caídos en las Guerras Napoleónicas, pero la realidad es que las obras nunca llegaron a concluirse, por lo que es un monumento inacabado, pero igualmente llamativo. Por último, no podíamos dejar de mencionar el edificio del Observatorio.

Monumento a Nelson y vistas al Arthur's Seat
MONUMENTO A NELSON Y ARTHUR’S SEAT DESDE CALTON HILL

Tras ver los monumentos que pueblan la cima de Calton Hill, bajamos a los pies de la colina para visitar el Antiguo Cementerio de Calton Hill (2). Este cementerio, como todos los de la ciudad, encierra innumerables historias y varias tumbas y monumentos de interés. Para empezar, este cementerio es el lugar de sepultura del filósofo David Hume. del que ya hemos hablado en esta entrada. Junto al Mausoleo de Hume, se alza otro de los monumentos más llamativos del cementerio por estar presidido por el mismísimo Abraham Lincoln. Este monumento se construyó en honor de los escoceses que perdieron su vida participando en la Guerra Civil Americana. Este monumento funciona además como faro de almas, un construcción cuya finalidad es guiar a las almas de los difuntos, en este caso a las almas que se quedaron en Estados Unidos, de vuelta a su hogar.

MAUSOLEO DE HUME Y MONUMENTO A LOS CAIDOS EN LA GUERRA CIVIL AMERICANA

Y hablando de faros de almas, en este cementerio encontramos un segundo faro de dimensiones mucho más monumentales: el Monumento a los Mártires Políticos. Este gran obelisco de piedra negra y 27 metros de altura fue levantado en 1844 en honor a aquellos que murieron defendiendo sus creencias políticas.

Princes Street

El resto de los monumentos que veremos en este segundo día de ruta se encuentran a lo largo de la Princes Street, una de las arterias principales de la New Town. Para empezar, queremos hacer una mención rápida al hotel The Balmoral (3), otra de las localizaciones de interés para los fans de Harry Potter. Si bien The Elephant House se ha ganado la fama de ser el lugar en el que nació el primer libro de Harry Potter, este hotel de lujo tiene el honor de ser donde se escribieron las últimas líneas de la (claramente lucrativa) saga.

Otro detalle de este hotel, esta vez para todos los viajeros curiosos, es que debido a su cercanía con la estación de trenes, el reloj que preside la torre del hotel está adelantado 3 minutos para favorecer la puntualidad de los habitantes de Edimburgo. Este «error» sólo se corrige durante la noche del 31 de diciembre con el objetivo de que los habitantes de la ciudad entren al año nuevo al mismo tiempo que sus vecinos, pero la Pandemia nos ha traído una anécdota muy curiosa. En 2020, y por primera vez en 118 años, no volvió a atrasarse el reloj con el argumento de que «preferían tener 3 minutos menos de 2020 y entrar cuanto antes en 2021».

Tras esta pequeña curiosidad, seguimos nuestra ruta por Princes Street en dirección al Monumento a Scott (4). Este monumento fue erigido en honor al escritor escocés Sir Walter Scott y es el monumento en honor a un escritor más grande del mundo. Obviamente existen muchos otros monumentos que superan sus 61 metros de altura, pero hasta la fecha estamos ante el único escritor al que le han homenajeado con un monumento de tales magnitudes. A los pies de este monumento se encuentran los jardines de Princes Street, una parada imprescindible para ver las vistas del castillo desde abajo y para disfrutar del buen tiempo (si lo hace).

Durante nuestra primera visita a la ciudad, tuvimos la suerte de coincidir con el Edinburgh International Book Festival que se celebra cada año durante el mes de agosto. Es por eso que en esta ocasión añadimos a la ruta la visita a Charlotte Square (5), la plaza en la que se celebraba el evento.

CHARLOTTE SQUARE DURANTE EL EDINBURGH INTERNATIONAL BOOK FESTIVAL

Dean Village y otros barrios de los alrededores

Como ya sabéis, después de recorrer la New Town nos sobró tiempo para volver a la Old Town y entrar a sitios que solo habíamos visto por fuera, pero si no os han quedado lugares pendientes lo mejor es dedicar el resto del segundo día a visitar los barrios de los alrededores. Nosotros teníamos la suerte de contar aún con la mañana del día siguiente, por lo que os contaremos un poco sobre los barrios que vimos ese día para que podáis incorporarlo a esta parte de la ruta.

En primer lugar, hablemos del que quizás sea el barrio más conocido por los turistas, Dean Village. Esta pequeña localidad fue fundada en el siglo XII por los monjes de la Abadía de Holyrood y hoy se ha convertido en un oasis de paz dentro de la ciudad de Edimburgo.

Pueblito de Dean Village en torno al rio Leith
DEAN VILLAGE

Desde Dean Village se puede acceder a los Dean Gardens y recorrer un tramo del paseo conocido como Water of Leith. Este paseo discurre a orillas del río Leith y tiene una extensión de 15 km, por lo que os adelantamos que nosotros no lo hicimos entero. Lo que sí hicimos fue recorrer este camino durante aproximadamente 1 km en dirección al siguiente de los barrios que visitamos: Stockbridge. En esta zona también se encuentra el Real Jardín Botánico de Edimburgo, una parada que queríamos haber añadido en nuestra segunda visita a la ciudad pero que al final se ha quedado pendiente para otro momento.

Calles empedradas de Stockbridge
UNA MUESTRA DE LAS CALLES DE STOCKBRIGDE

Personalmente, a nosotros estos dos barrios son los que más nos gustaron, por lo que os recomendamos añadirlos a vuestra ruta por la ciudad. Si además tenéis más tiempo y queréis acercaros al puerto nosotros también tuvimos la oportunidad de acercarnos al barrio de Leith. Este barrio portuario sirvió de inspiración para la novela Trainspotting de Irvine Welsh. Seguramente os suena esta novela por su adaptación cinematográfica y podéis encontrar alguna de las localizaciones de la película por los alrededores de Calton Hill, pero la novela esta basada en este barrio y en los problemas sociales resultantes del cierre de los astilleros en 1984. Por suerte, esta fama ha quedado atrás y ahora el barrio de Leith es un barrio de moda entre los jóvenes de la ciudad.

Y hasta aquí llega nuestra guía para disfrutar de Edimburgo en 2 días. Como os prometimos ha sido un post muy largo, pero espero que os haya resultado de mucha utilidad. Edimburgo es una ciudad ideal para una escapada de fin de semana, pero si contáis con más días para visitar el país no dejéis de visitar Glasgow o animaros a explorar las Highlands escocesas.