La guerra mundial como nunca te la habían contado: Imperial War Museums de Londres

En nuestros viajes siempre reservamos tiempo para visitar museos y, aunque en Londres ese tiempo se nos quedó corto, descubrimos una joyita digna de compartir: el Imperial War Museum.

Bueno, quien dice “una joyita” dice “tres joyitas”, porque el Imperial War Museum cuenta con diferentes sedes y tres de ellas están en Londres. Si os interesa lo más mínimo la Historia Contemporánea, grandes guerras incluidas, os aconsejamos que visitéis, al menos, la sede principal. Aunque si vuestro nivel de interés se acerca lo más mínimo al nuestro no podéis abandonar la ciudad sin ver todas y cada una de las sedes londinenses.

Pero, antes de profundizar en cada una de estas sedes, ¿de dónde surgen los Imperial War Museums? Podríamos pensar que la cosa surgió en tiempos de paz, que fue una idea inspirada por la victoria de los Aliados, pero nos estaríamos equivocando. La idea surgió durante la Primera Guerra Mundial. En pleno conflicto armado, con Europa dividida, un gabinete británico ya estaba pensando en cómo mostrarían a las generaciones futuras lo que aún estaba sucediendo. Personalmente, creo que aquí radica parte de su importancia, la colección del Imperial War Museum se estaba consolidando en tiempo real.

   IMPERIAL WAR MUSEUM LONDON

Irónicamente, nosotros dejamos para el final la visita a la sede principal del museo, pero no por ello íbamos a trastocar el orden de esta entrada. Las cosas a su debido tiempo.

Como os hemos avanzado, la idea de crear este museo surge en plena Gran Guerra, pero no se verá materializada hasta 1920, cuando se inaugura la primera sede del museo en el Palacio de Cristal. El museo no se quedó aquí, sino que en 1936 fue trasladado a Lambeth Road, ocupando una parte de lo que fue el Bethlem Royal Hospital, también conocido como Bedlam. Para llegar aquí las paradas de metro más cercanas son Lambeth North o Elephant & Castle, pero detengámonos un momento en la historia del hospital, que tiene tela.

EL EDIFICIO ACTUAL DEL IWM

Debemos buscar los orígenes del Bethlem Royal Hospital en la Edad Media, concretamente en el siglo XIII, cuando se funda una institución religiosa dedicada a la Virgen de Belén. Con el tiempo, esta institución, que tenía en un primer momento la función de “refugio” más que de hospital, se especializó en el tratamiento psiquiátrico y se convirtió en una “casa de locos”. Este lugar ha inspirado cientos de historias de terror: la prueba es que hay una película que lleva su nombre: “Bedlam” (no soy fan del género, así que hasta aquí puedo leer sobre la peli en cuestión). Lo interesante, en mi opinión, no es tanto su fama, muchos asilos han inspirado este tipo de historias, sino su apariencia. En 1676, poco después del gran incendio de Londres, el Hospital era lo más parecido a un palacio que existía en toda la ciudad y lo comparaban con el mismísimo Versalles. Hay que añadir, además, que en estos momentos se convirtió en un lugar tan visitado como la propia Abadía de Westminster, entre otros motivos, porque se consideraba que ver los efectos de la locura era de una de las mejores curas contra ella.

Pero volvamos al museo. Actualmente, el museo acoge colecciones que abarcan el tema desde la Primera Guerra Mundial hasta los actuales conflictos en Próximo Oriente. Su punto fuerte es, sin duda, la parte dedicada a la Gran Guerra y la galería dedicada al Holocausto Nazi (aunque esta segunda no es apta para todos los públicos).

   HMS BELFAST

El buque de guerra Belfast (las siglas HMS significan “His/Her Majesty’s Ship”) es, desde 1978, un barco museo perteneciente al Imperial War Museum y se trata de la segunda sede que se abrió en la ciudad de Londres (antes de esto el museo ya se había expandido con una sede en Duxford).

UN BUQUE DE GUERRA VISITABLE EN PLENO TAMESIS

Este barco de guerra debe su nombre a la ciudad en la que se construyó y estuvo en funcionamiento desde la Segunda Guerra Mundial hasta 1963, por lo que participó también en la Guerra de Corea. Desde 1971, el barco es propiedad del Imperial War Museum.

Os podríamos hablar ahora de los hitos militares del barco, pero para seros sinceros, yo no me quedé con muchos. Lo que sí que me marcó fueron las historias cotidianas contadas de primera mano por los tripulantes del barco, aunque no os las contaré porque la gracia está en oírlas en los escenarios en los que tenían lugar. Eso sí, para oírlas, no olvidéis coger la audio-guía.

   CHURCHILL WAR ROOMS

Durante la Segunda Guerra Mundial y debido a la amenaza de ataques aéreos sobre la ciudad de Londres, se tomó la decisión de colocar el Gabinete de Guerra bajo la superficie de la ciudad. Cuando finalizó la contienda, en 1945, los británicos, que en conservar el Patrimonio tienen experiencia, clausuraron estas salas dejándolas tal y como las abandonó el mismísimo Winston Churchill. En un primer momento, se empezaron a permitir las visitas, aunque de manera muy restrictiva hasta que el Imperial War Museum se hizo cargo de su gestión, reabriendo el refugio en 1984.

ENTRADA A LAS SALAS DE GUERRA DESDE LA CALLE

Ahora bien, ¿qué os encontrareis si visitáis estas salas de guerra hoy en día? Para empezar maniquíes, muchos maniquíes. Ya os habréis dado cuenta en el HMS Belfast y aquí vuelve a hacerse patente: los museos británicos tienen convenio con los centros comerciales. Bromas aparte, a pesar de la museografía de rigor (maniquíes incluidos) os encontraréis las salas de guerra tal cual eran, pero también una serie de galerías añadidas en las que se ha instalado un museo dedicado enteramente a la figura de Winston Churchill. Si no sabéis nada de este señor, no os preocupéis, aquí os enteraréis de todas sus excentricidades (que no eran pocas), pero si queréis ir abriendo boca os aconsejo la serie de The Crown (sí, es Spam muy gratuito, pero es que en la serie ya se ve que el hombre era peculiar).

MANIQUÍES EVERYWHERE

Con todo esto ya habréis completado el trio londinense. Si os ha gustado y queréis ver toda la saga de museos sabed que hay dos sedes más: una en Duxford y otra en Manchester. A nosotros nos faltan, pero estamos convencidos de que intentaremos sumarlas a la colección así que si alguno de vosotros las visita no olvidéis dejarnos vuestra opinión sobre ellas.