Comer en Londres puede llegar a ser muy caro, pero por suerte existe una alternativa económica y deliciosa: los mercados. Ya sean de mercados permanentes o de los mercadillos que aparecen y desaparecen determinados días de la semana, los puestos de comida callejera nos salvarán de caer en las garras de McDonalds o de alimentarnos a base de ofertas del supermercado. Dicho esto, aquí van los mercados que nosotros recomendamos:
PORTOBELLO MARKET
Comencemos por los mercadillos con fecha fija. El sábado tenéis una cita con Portobello Market. Si os gusta el cine, recordareis este mercado de la película de Notting Hill o, quizá, de la de la Bruja Novata, pero, sin duda, os sonará de alguna parte.
ANTIGÜEDADES, ROPA VINTAGE, VINILOS… HAY DE TODO
En este mercado podréis encontrar puestos de lo más variopintos que, en el caso de los puestos de comida, vienen acompañados de olores de vicio… Tanto es así que a nosotros se nos hizo la boca agua a pesar de que fuimos a primera hora y la mitad de los puestos aún no habían sacado la comida.
EL OLOR OS ATRAERÁ A ESTA PARTE DEL MERCADO
Pero hablemos también de los datos prácticos. El Portobello Market se celebra en Portobello Road, calle a la que debe su nombre. Es una calle bastante larga, así que no siempre estaremos en el barrio de Notting Hill. Dependiendo del sentido en el que queráis verlo las paradas de metro que mejor os vendrán son Notting Hill Gate (iréis de sur a norte) o Ladbroke Grove (si queréis visitarlo en sentido contrario). Nosotros iniciamos la visita desde Notting Hill Gate y teniendo en cuenta que los puestos de comida están en la parte norte éste nos parece el sentido ideal, porque los puestos sólo están hasta el mediodía.
BRICK LANE
Para completar el menú del fin de semana os proponemos ahora la opción ideal para el domingo: el mercado de Brick Lane. Es obvio que en ninguna de estas recomendaciones somos imparciales, pero en este caso esa parcialidad se va a hacer evidente porque estamos enamorados de este mercado. Obviamente hay que ver Candem, obviamente Portobello Market sale en mil películas, pero, sí lo que buscáis es autenticidad, buscadla en Brick Lane.
Brick Lane es un barrio multicultural y no hace falta visitarlo en domingo para darse cuenta de esto (sólo hay que echarle un ojo a los restaurantes que lo pueblan). En este sentido, os avisamos que la multiculturalidad es la tónica general de los puestos de comida callejera que encontraréis en este y en la mayoría de mercados. Lo que me recuerda que ya llevamos dos mercados y aún no os hemos hablado del tipo de comida, ni del presupuesto. Como decíamos se trata, sobre todo, de comida internacional (no, no encontraréis fish and chips) y, además, con una oferta para vegetarianos y veganos muy variada (y deliciosa). En cuanto al precio, podéis comer muy bien por, aproximadamente, £5 (¡toda una ganga!).
POR £7 UN PLATO PARA DOS DE COMIDA INDIA
Y POR £5 DOS DE ESTOS (Y LO MEJOR ES QUE UNO ERA VEGETARIANO)
Pero volvamos a Brick Lane. Para llegar nosotros optamos por bajarnos en la parada de metro Aldgate East que, aunque está un poco alejada del meollo, nos permite echarle un vistazo al barrio antes de llegar a la movida. Desde aquí el truco para llegar es seguir a la gente, pero de camino no dejéis de deleitaros con el arte callejero, otra de las cosas que destacan de este barrio.
MI GRAFFITI FAVORITO ENTRE LOS QUE VIMOS EN BRICK LANE
A parte de los puestos, en esta zona encontraréis tiendas de ropa vintage que no tienen desperdicio, pero como de esto ya habla mucha gente os voy a recomendar algo diferente: una librería. Si os gusta leer y queréis llevaros de recuerdo libros en inglés os recomiendo este sitio: Brick Lane Book Shop (cómo veis el nombre es fácil de recordar así que no tenéis excusa para no pasaros). En mi maleta no faltó un libro de Arthur Conan Doyle y otro de Jane Austen, ambos de esta librería y al preció de £2,50 y £5, respectivamente.
CANDEM TOWN
Brick Lane puede no tener nada que envidiarle a Candem Town, pero Candem sigue siendo una parada obligatoria en cualquier ruta por los mercados de Londres.
El Mercado de Candem Town es, en realidad, una sucesión de mercados, por lo que preparaos para dedicarle unas cuantas horas (perderse está casi asegurado). Desde que salimos del metro (la parada ideal es Candem Town) nos encontraremos de lleno con un ambiente totalmente alternativo y sorprendente. Llaman la atención las fachadas de las diferentes tiendas que pueblan la calle.
LAS FACHADAS SON LO PRIMERO QUE NOS SORPRENDERÁ
También en la calle del metro, nos encontramos el mercado de Buck Street, donde venden camisetas con estampados de lo más originales.
SI BUSCÁIS CAMISETAS GRABADAS ESTE ES VUESTRO SITIO
Si lo que queremos es hablar de comida habrá que centrarse en los mercados que hay cruzando el canal, en los que nos encontraremos puestos muy parecidos a los que pudimos ver en Portobello o Brick Lane.
Y si lo que queremos es hablar de la zona estrella de Candem Town, tenemos que hablar del Stables Market. Al final de este mercado también hay algunos puestos de comida y bebida, pero yo que vosotros entraría en esta zona con el estómago ya lleno. El Stables Market está instalado en unas antiguas caballerizas, de ahí su nombre, y es el lugar en el que encontrareis CyberDog, una tienda que os dejará a cuadros. No haré spoilers de la tienda, simplemente entrad y contadme después.
LA ZONA MÁS LLAMATIVA DE CANDEM: THE STABLES MARKET
BOROUGHT MARKET
Y llegamos al último mercado de la lista: Borough Market. Irónicamente, hemos dejado para el final el único mercado que responde a la definición estricta de la palabra: un lugar en el que se venden “alimentos y otros productos de primera necesidad”.
EL MÁS TRADICIONAL DE LOS CUATRO
Este mercado se encuentra cerca del metro de London Bridge y, a diferencia del anterior que sí que abría todos los días, cierra los domingos. También hay que decir que los lunes y los martes no están abiertos todos los puestos, aunque la oferta de puestos de comida sigue siendo muy rica esos días (nosotros comimos allí un lunes).
Hasta aquí nuestra selección de mercados con oferta gastronómica. Seguro que hay muchos más, por no hablar de los puestos de comida callejera que aparecen como setas por la ciudad y con los que nos tropezamos por casualidad. Nosotros tenemos claro que cuando volvamos a Londres repetiremos visita a estos sitios para comer bien sin sacrificar el bolsillo (y para disfrutar del ambiente, claro). Así que, si conocéis alguno más, no olvidéis recomendárnoslo para el siguiente viaje.
Me encanta comer en los mercadillos de Londres, mis favoritos son los Brick Lane y Camden Lock. Es tan multicultural! Además, la comida está buena y muy bien de precio. De Portobello guardo un grato recuerdo de unos gigantescos Muffins de chocolate artesanos que estaban tremendos, no tenían nada que ver con los de muchas pastelerías o los supers. También merece mucho la pena la fruta, para que luego digan que los ingleses no tienen fruta o es mala jeje.
A mi me encanta en general la «street food», además se adapta muy bien al tipo de viajes que hago (que suelen ser de no parar y pasar todo el dia en la calle jeje). Mi favorito es sin duda Brick Lane, me pareció que mantenía mas la esencia que Candem. Con el tema de la fruta yo he notado también que el cliché con Irlanda también es falso. Es cierto que no son paises que destaquen por su producción de fruta, pero no es tan cara ni tan mala como la pintan.
Un beso,
¡Qué post tan completo Miriam! 👏
Para nosotros es muy difícil decantarnos sólo por uno, ¡todos son una maravilla! Aunque nos encantaría que cambiasen algunas cosas para que los envases fueran más ecológicos.
¡Nuestro puesto favorito es un sitio de perritos calientes que hay cerca de London Eye! No sabemos porqué pero nos encantan 😂
¡Un saludo viajero!
¡Hola! Gracias por el comentario.
Recuerdo que algunos puestos usaban envases de cartón, que por lo menos es mejor que el plástico, pero tenéis toda la razón. Creo que en estos casos quizás esta en nuestra mano el viajar con un kit de plato y cubiertos. En un festival de comida aquí en Irlanda vendían un pack así hecho con bambú para reducir el número de envases que se usaban.
Un beso,