Existen muchos lugares que dan nombre a determinados productos: la ciudad inglesa Cheddar nombra un tipo de queso, la región francesa de Champagne a la famosa bebida espumosa y así un largo etcétera. En el caso de Suecia existe una ciudad que no sólo nombra a una determinada salchicha (el Falunkorv) sino que incluso ha servido para denominar un tipo de rojo, uno muy empleado como pintura en Suecia. Esta ciudad se llama Falun y el origen de ambas denominaciones no es otro que su famosa mina de cobre, la conocida como la “gran montaña de cobre de Falun”.
Casitas pintadas de Rojo Falun
Esta explotación minera constituye en sí misma uno de los mayores atractivos de la ciudad de Falun lo que, junto con los barrios tradicionales en los que se pueden ver pequeñas casitas pintadas con el susodicho color, hacen que la visita a la zona merezca la pena. Eso sí, si como nosotros (y la curiosidad) viajáis con la mochila a cuestas, tengo que avisaros de que no encontrareis un solo sitio donde dejarla en el pueblo (no hay consignas en la estación de tren ni en el único hotel del lugar). Por suerte para nosotros, el museo de la mina si tiene taquillas y aunque el espacio es limitado podemos dejar nuestras cosas a buen recaudo.
Gran Montaña de Cobre de Falun
Si bien la mina se puede ver en superficie de forma gratuita, os recomendamos que paguéis la entrada para hacer la visita subterránea (esto cuesta unos 23€). En la visita descubriréis cosas que ya os imagináis, como que de esta mina se extraía el pigmento para crear el rojo de Falun, pero también otras muchas anécdotas entre las que se incluye el origen de la ya mencionada salchicha (no os lo contaré por no desvelar el misterio). Si a esta visita, que dura aproximadamente una hora, le añadimos la visita al museo y a los edificios vinculados a la explotación minera; el paseo por todo el perímetro del gran hoyo central que conforma la mina y la posibilidad de comer en el propio recinto, de buffet y a un precio bastante competitivo; os garantizo que no tendréis tiempo para aburriros y que habréis rentabilizado con creces el precio de la entrada.
Llegados a este punto, creemos que es necesario señalaros también que la Mina de Falun fue declarada, en 2001, Patrimonio de la Humanidad. Esperamos haberos convencido para daros una vuelta por el pueblo en los párrafos anteriores, pero sí no ha sido así ojalá este último argumento sirva para animaros. Y si ya os habéis animado aquí os dejo un pequeño mapa con la ruta que hicimos nosotros (por si os puede ser de ayuda):
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